Las últimas tendencias en alimentación de conejas reproductoras comienzan a definir la implementación de varios piensos dependiendo de la fase de lactación y gestación
Los programas de alimentación cunícola en reproductoras van evidentemente adaptándose a las necesidades cambiantes de los requerimientos energéticos de las conejas por sus niveles productivos y a las instalaciones que poco a poco van evolucionando hacia manejos muy profesionales.
Es evidente que las necesidades y requerimientos de principios de los años 80, en los que se igualaban a 8 gazapos nacidos vivos por parto eliminando los que sobraban, que no eran muchos, eran completamente diferentes. Una reproductora con más de 8 gazapos significaba que muy probablemente la mortalidad en lactación fuese alta o que la reproductora perdiera gran parte de su peso corporal. Hay que valorar también que por entonces se cubría muy a menudo al postparto o como máximo a los 7 días. factores que incidían de forma muy importante.
- Actualmente se trabaja con dos tipos diferenciados de pienso en maternidad, el primero que abarca el periodo comprendido desde el destete hasta los 25 días de vida de los lactantes y el segundo hasta el propio destete a los 35 días de vida, con pequeñas variaciones respecto al inicio de su aplicación.
En el primer periodo nos encontramos con piensos diseñados específicamente para maternidad variando la energía según la estación del año y el tipo de instalación. Es evidente que para temperaturas calurosas los piensos incrementan su energía mientras que en épocas de invierno disminuyen adaptándose a los requerimientos energéticos según el consumo de pienso. Es el consumo de pienso en definitiva quién nos marcará el modelo de pienso a consumir en la granja.
Así, en granjas con ambiente controlado, donde la temperatura se puede estabilizar y no repercute negativamente ni en verano ni en invierno, los piensos son estables sin sufrir variaciones y permitiendo alcanzar la máxima producción seguida durante todo el año con el mismo pienso.
Los piensos de maternidad se ubican entre las 2400 y 2500 kcal de ED de forma mayoritaria, aunque los piensos de verano pueden alcanzar las 2550 kcal ED.
- Los niveles de proteína siguen siendo altos, entre el 16 y 18% de PB, aunque la tendencia clara es a disminuirlos ligeramente y sustituir por proteinas altamente digestibles que permiten valorizar adecuadamente la proteína a administrar, evitando que llegue proteína al ciego que puede ser la causa de futuros problemas de salud intestinal.
- Los niveles de almidón y grasa es donde más cambios han habido, pues el almidón sigue arrastrando el estigma de ser una causa favorecedora de problemas intestinales y la grasa complica sobremanera la calidad del gránulo del pienso.
Para el periodo comprendido entre los 25 días de vida de los lactantes y el destete se están optando por piensos muy diferentes de los usados de forma habitual hasta hoy. En este periodo es muy típico el uso de un pienso medicado postdestete, para simplificar el manejo y poder trabajar con tres silos, pero en el fondo repercute negativamente sobre el estado corporal de las conejas reproductoras y su fertilidad.
El diseño actual corresponde con piensos con más riqueza energética que los de cebo, 2325 kcal ED, parecidos al diseño clásico de pienso único de hace tiempo, con niveles de proteína y fibra medios (16%PB, 16,8%FB) y almidones relativamente bajos, inferiores al 12,5%. Con ello conseguimos que las reproductoras ingieran un pienso relativamente energético y los gazapos, que aún consumen una parte muy importante de leche materna, ingieran un pienso que les permite el correcto crecimiento sin riesgo de procesos entéricos.