Mucho se comenta actualmente sobre las ventajas sanitarias y el ahorro energético de un intercambiador de calor, pero ¿Qué es  un intercambiador de calor?.

El Intercambiador de calor es un sistema muy básico diseñado para la recuperación del calor mediante la transferencia de esta entre dos medios. En este caso aire-aire. Es decir, el aire caliente y viciado del interior transfiere calor al aire frío y sano del exterior. Un ejemplo fácil para visualizarlo es la comparación con un radiador de coche, pues el sistema es muy similar aunque en este modelo la transferencia sea entre agua-aire.

Simplificando, el modelo utilizado mayoritariamente es una caja, más o menos grande, en la cual hay unas placas o cilindros por donde circula el aire frío externo y que a través de ellas circula el aire caliente del interior de la nave.

No es un invento nuevo, sino que hace muchos años que funcionan este tipo de equipos en industrias y edificios, pero debido a su gran volumen y su coste no tenían cabida en las granjas avícolas.

Sin embargo, con el aumento de la eficacia de estos sistemas, la reducción de los costes de fabricación y sobretodo el diseño de instalación, así como el aumento del coste de las fuentes de energía para administrar calor (gas, gasoil, carbón, etc) ha situado estos equipamientos en el punto de mira.

Su eficacia depende de la superfície de intercambio, del material con el que está construida la superficie de intercambio, la velocidad del aire caliente y frío a través de él y de la diferencia de temperatura entre el interior de la nave y el exterior de ella.

Para valorar su eficiencia por tanto es necesario evaluar todo el equipo en conjunto y contrastar con las necesidades reales de la instalación y el coste que tendremos para su instalación.

Hay que tener muy claro que no es un sistema de calefacción como tal. Algunos equipos permiten acoplar módulos de calefacción y entonces si pueden considerarse como un sistema de calefacción, pero el intercambiador en si necesita que en el interior de la nave la temperatura sea más elevada que en el exterior, de lo contrario puede llegar a tener el funcionamiento invertido. Por si mismo no aporta calor, sino que recupera el  calor que expulsamos al renovar el aire interior.

La eficacia viene por:

1. superficie de contacto total entre el aire expulsado y el insuflado, ya sea por número de placas o superficie de ellas. Se mide en m2

2. el material de las placas de contacto. Superficies metálicas tienen mayor rendimiento que plásticas por unidad de superficie, pero las superficies plásticas tienen una mayor vida útil.

3. A mayor cantidad de aire que transcurre también aumenta la transferencia de calor.

4. limpieza del equipo. La suciedad disminuye significaticamente su rendimiento.

5. Diferencia de temperatura entre el interior y el exterior. Cuanta más diferencia más eficacia, pero la ubicación de los equipos es muy importante para obtener el mejor rendimiento.