María Amelia Guzmán, embajadora del campo murciano
En la imagen Maria Amelia Guzmán con la Gerente de SEPOR, Patry Bermúdez.
Una de las personas que ha venido desde más lejos a visitar SEPOR 2014 es, sin duda, María Amelia Guzmán Martínez-Valls, que lo ha hecho desde Brasilia, la capital de Brasil. Claro que, para ella, esta feria no es una desconocida. Entre 2007 y 2012, María Amelia fue directora territorial de Comercio de la Región de Murcia, y tuvo ocasión de conocer en primera persona el certamen.
Ahora ejerce como auténtica embajadora de Murcia desde su cargo de Consejera Comercial en la Oficina Económica y Comercial de España en Brasilia. Hablamos con ella a las puertas de uno de los salones de actos de SEPOR en el Recinto Ferial de Santa Quiteria, de Lorca, y enseguida se revela como una mujer dinámica, apasionada por su trabajo y con muchas ganas de seguir aprendiendo en un sector que domina a la perfección.
María Amelia, ¿cómo conociste SEPOR?
Bueno, yo tomé posesión de mi cargo de directora territorial de Comercio en 2007, y a los pocos días supe que se iba a celebrar esta feria en Lorca, de manera que decidí ir a visitarla aprovechando que era festivo en Murcia. Conocí a la Gerente, Patry Bermúdez, simpatizamos, me gustó su trabajo… y desde entonces me siento muy vinculada a este certamen.
«Yo fui la primera mujer de España que se convirtió en inspectora del SOIVRE, entré por oposición…»
¿Inspectora de qué?
(Se ríe). El SOIVRE es un organismo relativamente desconocido, pero ha tenido históricamente mucho poder, en el buen sentido del término. Nació en 1934, y es uno de los primeros esfuerzos del Estado por controlar la calidad de las exportaciones, un auténtico antecedente del control de calidad. Se trataba de demostrarle a los importadores que podían fiarse de los productos españoles, ya que tenían la garantía y el aval del Estado. El SOIVRE fue creciendo y ganando importancia durante la década de los 60, vinculado al comercio exterior.
¿Cómo funcionabais? ¿Ibais a las fábricas a investigar…?
En realidad trabajábamos directamente en la aduana, con los productos ya a punto para salir de España. Empezábamos a trabajar por la tarde y terminábamos por la noche, muchas veces de madrugada… Teníamos el poder de paralizar cargamentos enteros, muchísimos millones de pesetas de entonces; aunque, como es evidente, sólo se tomaba esa decisión cuando era imprescindible.
«El trabajo del SOIVRE cambió muchísimo cuando España entró en la Comunidad Económica Europea, el antecedente de la Unión Europea. Las aduanas interiores desaparecieron, y hubo que adaptarse a la nueva situación»
Bueno, María Amelia… háblanos un poco de SEPOR.
Pues me parece una feria notable… no notable como en el colegio (ríe), sino muy notable. Sobresaliente. Patry Bermúdez le ha sabido dar un impulso juvenil, dinámico… Es un referente, de verdad, y te diré que es conocida también en Brasil, lógicamente en determinados ámbitos profesionales.
¿Saben valorar nuestros productos en Brasil?
Por supuesto! Lo que ocurre es que es un país en el que hay muchos controles técnicos, y la entrada de productos extranjeros requiere tiempo y ciertos trámites. Pero entre las autoridades brasileñas y las nuestras hay una relación muy fluida, lo que hace más fácil el trabajo.
Te voy a poner un ejemplo: en diciembre de 2013, conseguimos que se desbloquearan determinados permisos de las homologaciones españolas con bastante antelación, con respecto al resto de la Unión Europea.
Y entre ustedes, en la embajada… ¿se llevan bien?… Me refiero a todos los departamentos, los representantes de las Administraciones… ¿no hay piques?
En absoluto. En primer lugar, todos nosotros estamos representando, y, ¿por qué no decirlo?, defendiendo a los ciudadanos españoles. Nos unen los mismos intereses. Nuestra relación es muy fluida, ya que trabajamos en la misma dirección.
Llegado a este punto, María Amelia se disculpa y nos deja, para participar en una de las jornadas del Simpósium Internacional de Porcinocultura de SEPOR.
En los días sucesivos nos la encontraremos una y otra vez, cargada siempre con una pequeña maleta con ruedas que no es la valija diplomática sino un auténtico dossier hecho sobre la marcha, en la que lleva folletos, catálogos, recortes de prensa, tarjetas de visita… y sus propios apuntes. Materiales cualificados sobre la situación y necesidades del sector ganadero español, que en pocos días cruzarán el Charco para ayudar a quienes defienden los intereses del campo murciano y español en un mercado tan interesante y prometedor como el brasileño.