La FAO estima que el consumo de carnes se multiplicará por seis en 35 años
En los últimos 50 años, la población mundial se ha duplicado, y el consumo de carnes creció cuatro veces. La previsión es que en los próximos 35 años, la población mundial aumentaría una tercera parte de la actual, mientras que el consumo de carnes se multiplicaría por seis. ¿Es esto sostenible?
La demanda de carnes en China y los países del sudeste asiático crece a un ritmo del 30% por año, apoyada por la aceleración del vuelco masivo de su población hacia el consumo de proteínas cárnicas, que abarca ya a 4.500 millones de personas, y que duplican sus ingresos per cápita cada 8 años.
Basándonos en un informe de la FAO que recoge el diario Clarín, podemos decir que el consumo de calorías per cápita en China era 2.163 en 1980, y aumentó a 3.036 en 2009, un incremento de 40%, y sobrepasó al promedio mundial, que era 2.831. La ingesta de carnes es la línea directriz del mercado mundial de agroalimentos en los próximos 40 años; y esto otorga una importancia estratégica crucial a los países productores de granos para la alimentación animal (como Estados Unidos, Brasil y la Argentina, entre otros).
La FAO, a la luz de estas cifras, sostiene que para satisfacer la demanda de agroalimentos de los próximos 20 años, hay que elevar 70% la producción de granos, sobre todo en la etapa inicial (2015-2025); y son tres los países en condiciones de aumentar rápidamente sus exportaciones de agroalimentos en los próximos 10 años: India, Brasil y la Argentina.
La producción de granos para la alimentación animal se duplicará en los próximos diez años, y cubriría más de 70% de la cosecha global. La FAO estima que la producción mundial de granos superaría las 2.800 millones de toneladas en 2025, pero ¿será suficiente para alimentar a todas las especies animales necesarias para producir casi 500 millones de toneladas de carne por año que parece que necesitaremos?
Para más información consultar el interesante informe de previsiones de la UE para 2015-2025 basado en los estudios de FAO-OCDE.