Innovación e imaginación
Son muchas las voces que hablan que el sector necesita cambios, que debemos adaptarnos, innovar o morir…Frecuentemente nos encontramos con ideas que se nos presentan como innovadoras, ¿se trata de una innovación o es simplemente una mejora de lo existente?
La situación económica es una fuente habitual donde se escudan muchos proyectos y campañas de promoción que no obtienen unos resultados suficientemente aceptables. Quizás es la poca capacidad que tenemos en el sector -o si quieren echen la culpa a la partida de pienso o vacuna- de responder con un concepto realmente innovador, de futuro.
Estoy convencido que esta situación en la que nos encontramos no beneficia a nadie, ni a mataderos, ni a cunicultores, ni a fabricantes de pienso, vacunas, antibióticos, veterinarios, centros de inseminación y ni a todos los que de un modo o otro vivimos del sector. Las cuestiones de mayor interés para el consumidor son las de orden ético – relacionadas con el bienestar animal – las medioambientales y la presentación del producto, por este orden.
Nuestro sector es pequeño y quizás por ello debamos aportar un plus de imaginación que nos permita aumentar nuestro nicho de mercado. Es muy posible que la llave maestra que nos permita avanzar, sea realizar campañas proactivas con los consumidores, identificándolos con el producto y así introducirnos en su lista de compra.
Si conseguimos incrementar el consumo en 250 gramos por habitante y año, nos encontraríamos con la producción actual desbordada. Estamos en tiempos difíciles, es el momento de estrechar lazos con mataderos y fábricas de piensos, una nueva situación en el sector.
Debemos entre todos impulsar la cunicultura del futuro, que no tiene porque ser forzosamente la de una instalación moderna-ultima- moda, sino un concepto de trabajo diferente, seguramente industrial, pero con aquello que debe cumplir lo que el consumidor pide.
¡Imaginar e innovar! el secreto para vivir un poco más tranquilos, que nos lo merecemos.