Como escoger el antibiótico adecuado para cada tratamiento
La elección del compuesto veterinario para el tratemiento de un proceso patológico es de gran importancia para evitar la presencia posteriormente de residuos en la carne
Como escoger el antibiótico adecuado es en la práctica diaria es frecuente al tener que recurrir a medicamentos para tratar las enfermedades de los animales. Estas prácticas terapeuticas en los animales destinados a consumo debe de ser practicadas de forma sensata ya que un mal uso o aplicación de ellas puede provocar que se generen resistencias por parte de las bacterias, ya sea directamente sobre las bacterias que afectan a los animales o indirectamente sobre las bacterias que afectan a las personas a través de los residuos que quedan en la carne, generando un problema de salud pública.
A pesar de que muy frecuentemente se utiliza este argumento para reducir el número de antibióticos disponibles en veterinaria, la realidad es que las resistencias en humana se dan frecuentemente a antibióticos que ni tan solo conocemos en veterinaria, pero el riesgo existe y siempre es mejor tener en consideración la posibilidad de que pueda ocurrir.
Así el uso adecuado de los compuestos farmacológicos implica una buena prescripción veterinaria, asociada a un diagnóstico evidentemente, una correcta aplicación por parte del ganadero, seguimiento del animal/animales tratados para realizar el periodo de retirada adecuado y la buena elección del compuesto farmacológico escogido.
Hay que concienzarse que la elección del antibiótico debe garantizar su correcta aplicación y seguridad. El parámero precio, como coste directo en el tratamiento, debería pasar a un segundo plano y buscar el tratamiento que más seguridad nos de en su aplicación.
No siempre el mismo antibiótico tiene el periodo de retirada, solubilidad, estabilidad y eficacia, sino que depende de la formulación específica del compuesto con sus estabilizantes y otros aditamentos que permiten el diferente comportamiento del mismo principio activo.
La solubilidad del producto así como su estabilidad son puntos clave en los tratamientos, permitiendo la biodisponibilidad constante para los animales y dificultando la generación de resistencias. La solubilidad y estabilidad es un concepto a tener en cuenta con gran importancia en los tratamientos, pues los residuos por precipitación que se generan en los depósitos y tuberías, ya sean paredes o suelo, posteriormente liberan niveles de antibiótico muy bajos pero constantes, pudiendo dar positivo en muestras de agua durante muchos días.
La limpieza del depósito y tuberías posteriores al tratamiento es más eficaz si no se han generado precipitaciones, biofilms y demás problemas en la distribución de agua de la granja. No es sencillo realizar una limpieza a fondo en presencia de animales, aunque tampoco es imposible. De no escoger adecuadamente nos podemos encontrar que una parte del antibiótico se tire al limpiar las tuberias y contamine el medio ambiente con el riesgo sanitario que esto comporta a medio y largo plazo.
Parámetros a tener en cuenta cuando se elige un compuesto medicamentoso veterinario:
- Afección a tratar
- Especie animal a tratar
- Indicación para el tratamiento
- Dosis adecuada (puede resultar tan perjudicial el exceso como la subdosificación)
- Duración del tratamiento
- Biodisponibilidad del principio activo
- Vía de administración
- Solubilidad
- Estabilidad
- Periodo de retirada (cuanto más cercano a «0» días mejor)
- Leer detenidamente el prospecto, sobretodo indicaciones de uso.
- Marcar e identificar los animales tratados
Si se realiza todo el proceso adecuadamente podremos obtener un producto final libre de residuos medicamentosos con toda la calidad cárnica y sin riesgos para la salud pública. El objetivo es conseguir un producto de calida compatible con el bienestar animal y salvaguardar la salud del ser humano.