Durante los días 30 y 31 de mayo del 2018, se celebró, en la población aragonesa de Calamocha, el 43º Symposium de Cunicultura de ASESCU con un notabilísimo éxito de asistencia que superó los 200 asistentes, remarcando una inflexión en el interés que genera este evento entre el sector cunícola.

A pesar de una complicada situación del Symposium, el sector cunícola, llegado de todas las comunidades autónomas del país, ha respondido con una gran afluencia de personas en esta edición, la cual la organización ha recibido numerosas felicitaciones por su gestión.

Este año se ha percibido un interés excepcional por parte del sector y, sobre todo, en las ponencias invitadas acerca del plan de reducción de antibióticos de la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) y su interacción con el sector cunícola en el que hace apenas unos años estábamos en un más que evidente retardo frente a otras especies de consumo.

Actualmente y gracias a la unión de los veterinarios para apoyar un plan razonable de Uso racional de los antibióticos, ha conseguido una buena predisposición de trabajo para minimizar el impacto en el sector.

No sólo se apreció en las ponencias, si no que en la cena fue uno de los temas que más comentarios generó y que su importancia se plasma en la presentación de Juan Manuel Corpa, presidente de ASESCU, del grupo operativo IDCURA, Innovación y divulgación en Cunicultura ante la Reducción del uso de antibióticos, una fenomenal iniciativa por parte de ASESCU, para acompañar este proceso que nos afectará en los próximos 2-3 años de forma inapelable.

La Bioseguridad y el bienestar fueron las otras temáticas que más interés generaron en la sala con abundantes intervenciones de los asistentes cuestionando y pidiendo más información a menudo acerca de las presentaciones expuestas. Es necesario recalcar que el interés generado fue tan grande que las réplicas y contrarréplicas no cesaron hasta que por motivos de tiempo era necesario proceder al próximo ponente. Una de las observaciones es que los asistentes no cuestionaban la necesidad de implantar mejoras para la reducción de antibióticos, mejorar bioseguridad o bienestar, sino que participaban buscando soluciones reales y que se pudiesen aplicar de forma racional, huyendo de los preceptos generalistas que no detallan en concreción, lo que señala que el grado de madurez del sector ha avanzado mucho por parte de los productores.

En la cena de gala se procedió a la entrega de la segunda edición de los premios «Jóvenes investigadores ASESCU-LABORATORIOS PINTALUBA S.A.» que el propio Andrés Pintaluba entregó a Elena Moreno, ganadora del premio.