La familia de Nuria Valera-Porta emigró a Madrid cuando ella tenía 6 años, pero después de más de 20 años en la capital del país deciden regresar a Galicia debido a distintas circunstancias familiares. Nuria nos confiesa que esta vuelta supuso un reto para ella, puesto que se consideraba una “urbanita”, pero su padre estaba convencido que el futuro se encontraba en el sector primario.

“Compramos 50 gallinas, las me timos en una nave vieja y les dimos campo… aquí empieza nuestra historia”

Los primeros meses valoran distintas posibilidades y se dan cuenta que, por lo menos en Galicia, no había huevos de gallinas en libertad. Además, durante su experiencia en Inglaterra, Nuria observa que en los lineales del país anglosajón este tipo de huevos tienen su hueco. En Galicia detectaron que existía mucha demanda de “huevo casero” o “de las casas”, pero que su oferta no era constante. Se trataba de un huevo muy valorado por sus vecinos, pero que no cumplía con los requisitos sanitarios.

Es en este momento cuando nace el proyecto “Pazo de Vilane”, para cubrir un nicho de mercado, primero a nivel local y después como Nuria nos indica “ir probando”.

Actualmente en la empresa tienen unas 100.000 gallinas en puesta y una rotación de 20.000 gallinas en cría. Para ellos es muy importante criar sus propias gallinas, se dieron cuenta pronto que una buena puesta es una buena cría. Las gallinas se encuentran repartidas en 11 granjas de producción -5 propias y 6 integradas-, con unas dimensiones que permiten poder tenerlas en libertad y bajo control.

“Cuidamos gallinas para tener huevos, no tenemos esa mentalidad de fabricar huevos sin más”

Pazo de Vilane, un proyecto ligado a la tierra

El 100% de los empleados de Pazo de Vilane son gente local, por lo que actúan como una pequeña semilla que contrarresta el éxodo rural. Nuria nos cuenta que la mujer gallega tiene un hueco especial en su equipo humano y que por ello en la empresa hay más mujeres que hombres. Ella misma nos confiesa que donde su empresa tiene más fuerza es en el envasado, pero que éste tiene una cara y una cruz importante.

El envase de Pazo de Vilane rompe el lineal en las z onas de ventas, pero debe montarse a mano

Este carácter artesanal le aporta un valor añadido, y las mujeres de la región que participan en el mismo lo saben y lo cuidan. El envase se ha convertido en una de las maneras de diferenciarse de la competencia, por medio del mismo han intentado transmitir un proyecto de carácter rural y auténtico de Galicia. “Nosotros somos una empresa con carácter artesanal, forma parte de nuestra cultura empresarial, no pretendemos ser una fábrica de huevos ni los seremos nunca”

El valor añadido del producto: huevos camperos de consumo

Dentro del mercado del campero el huevo de Pazo de Vilane es de los más valorados en nuestro país, nos atrevemos a preguntarle a Nuria cómo se consigue y nos indica varios factores:

Trayectoria: Pazo de Vilane es pionero en los lineales de huevos camperos de grandes superficies como El Corte Inglés o Alcampo.

Innovación en el envase: Se trata de un envase que transmite muchos valores como ecología, reciclaje, artesanía, libertad, empresa familiar… Han realizado distintos estudios de mercado que les ha permitido saber cuál es la visión del consumidor sobre su producto.

Siempre huevos frescos: La alimentación, el manejo de sus animales, así como la calidad de los productos que ofrecen a sus clientes son aspectos fundamentales para esta empresa familiar gallega.

El poder de la comunicación “Nosotros tenemos clientes muy exigentes, por ello siempre hemos contestado todas aquellas preguntas que nos han hecho. Los negocios son números pero las empresas también son personas y ésa es nuestra filosofía”

“Los huevos Pazo de Vilane son más caros porque vendemos algo auténtico, vendemos tradición, un huevo producido por una gallina que vive en libertad”

Optimizar el centro de clasificación para mantener la calidad 

El huevo de Pazo de Vilane tiene un valor distinto a otros, garantizando la trazabilidad y seguridad alimentaria, por ello no dudaron en incorporar la mejor tecnología aportada por Vencomatic Group para mejorar de manera muy notable su centro de clasificación. Como tenían problemas con la cantidad de huevos rotos y paradas en la clasificadora, pidieron asesoramiento y Vencomatic Group realizó la solución perfecta.

En el Pazo de Vilane tiene una línea de envasado muy especial. Como reciben huevos de las distintas granjas de camperas repartidas por la región, necesitaban un medio que garantizara su integridad y a la vez mejorara la bioseguridad. Esto lo han conseguido por medio de Ovologic, la solución integral de Vencomatic Group para el embalaje de huevos, que asegura la óptima protección y transporte de huevos desde la granja hasta la planta clasificadora de huevos o la planta procesadora.

“La maquinaria de última tecnología de Prinzen se adapta perfectamente a nuestras necesidades, ayudándonos notablemente en nuestra tarea de clasificación y en vasado”

Ovologic (a) usa bandejas de plástico de 30 huevos en combinación con divisorias y palets específicamente diseñados. Los materiales con los que están fabricados permiten su limpieza y desinfección después de cada uso. Esto reduce enormemente el riesgo de contaminación en comparación con los materiales de embalaje de cartón tradicionales. Además, han repartido las distintas bandejas de plástico en las granjas, asignando a cada una de ellas un color. De esta manera, de un simple vistazo en el centro de envasado, se puede saber a qué granja pertenece los huevos que en ese momento se están clasificando y envasando. En Pazo de Vilane necesitan clasificar los huevos, para envasar los de talla M y L y ahora lo llevan a cabo por medio Ovograder-(b), clasificadora ideal para huevos alternativos -“suelo”, “camperos” y “ecológicos”- que pasan previamente por unos equipos de desapilado de bandejas y transferencia de huevos. Se trata de una clasificadora muy precisa y sencilla de utilizar. Los huevos que por el tamaño no son para envasar, se separan y se dirigen automáticamente a otra mesa, como es el caso de aquellos que superan los 78 gramos.

Además, en Ovograder-(b) el ordenador con pantalla táctil muestra la información estadística como, por ejemplo, los números de huevos por nave, el porcentaje de huevos por clase de peso y gráficos de uniformidad. Los datos se pueden recuperar diariamente y transferirse a un ordenador personal. Esto le permite controlar y realizar el seguimiento del rendimiento del grupo.

La empacadora tiene una capacidad de 30.000 huevos por hora, con un empaquetado rápido de los mismos, pero con una cuidadosa manipulación, en alvéolos de docena o media docena, así como de 30 huevos. Smartpack (c) tiene un diseño compacto y flexible, que se puede adaptar a cualquier tipo de espacio en la explotación avícola, otra de las características que decantaron la elección por parte de Nuria en su proyecto de Pazo de Vilane.

Además, es muy fácil de manejar debido a su buena visión de conjunto y a su sencillo panel de mando. Al igual que todas las máquinas de Prinzen, Smartpack (c) está hecha con materiales de gran durabilidad, y es fácil de mantener y de limpiar. Una vez que los huevos se encuentran en sus envases, las mujeres de esta localidad gallega que trabajan en Pazo de Vilane, los colocan de manera manual y tradicional dentro del característico formato de esta empresa familiar.

Optimizar el centro de clasificación aportando equipos fiables y de calidad de Prinzen, ha supuesto un cambio importante para Pazo de Vilane, una empresa tradicional y familiar donde la calidad y el servicio ofrecido a sus clientes es una filosofía de vida