La medida más eficaz es sin duda tener equipos evaporativos que disminuyen la temperatura del aire que entra en la instalación, pero, ya sea por causas de la propia instalación (aire libre) o por exceso de humedad en el ambiente (cerca del mar) no siempre tenemos disponibles estos equipos o estos no son lo suficientemente eficaces que esperábamos.
El golpe de calor es inevitable pero sus efectos sí pueden ser minimizados
Debido a ello hay que aplicar una serie de medidas que nos permitan disminuir el efecto negativo sobre los animales que comporta el exceso de calor ambiental.
¿Qué tenemos que hacer cuando tenemos un golpe de calor?
- Racionar el pienso desde primera hora de la mañana y que sólo coman por la noche a ser preferible
- Evitar los movimientos en la nave. No pasear, mover animales, etc. En definitiva no molestar en la medida de lo posible.
- Aumentar la velocidad del aire a nivel de los animales mediante ventiladores o extractores y con ello crear una corriente de aire que permita aumentar la eficacia de los sistemas de control de la temperatura corporal de los animales.
- Pulverización o Nebulización de agua dentro de la nave o en las ventanas por donde entra el aire. En instalaciones con techos no aislados es muy útil rociar el techo con agua por encima para disminuir la temperatura del techo.
- Administrar agua fresca y abundante, vaciando el depósito de agua y cambiando por agua nueva y fresca si fuera necesario.
- Administrar minerales, antiestresantes y protectores hepáticos para evitar los efectos secundarios de la alcalosis respiratoria.
- Revisar la humedad de las fosas, ya que si hay presencia de humedad la fermentación aumentará la temperatura ambiental.
- Disminuir la intensidad lumínica dentro de la nave.
- Pulverizar sustancias que permitan una mayor eficacia respiratoria, como esencia de eucalipto.
- Administración de estimuladores del apetito, refrescantes, rehidratantes y vasodilatadores periféricos.