El papel de los acidificantes en la nutrición animal.
La Unión Europea prohibió todos los antibióticos promotores del crecimiento (APC) para la producción de ganado, desde enero del 2006.
El objetivo principal de los acidificantes es bajar el pH y optimizar el desarrollo de la flora.
Una vez que se prohíben los promotores del crecimiento, se desarrollan distintas opciones para sustituir a los agentes antimicrobianos, una potente muestra de ellos son los acidificantes. Su uso como conservantes en la alimentación animal lleva mucho tiempo estudiándose, de hecho, el ensilaje del forraje se basa en las propiedades antimicrobianas del ácido láctico, generado por la fermentación que llevan a cabo las bacterias lácticas.
Actividad bacteriana en diferentes segmentos del tracto gastrointestinal en varios tipos de animales.
Tomado de Borg Jensen, 1993 en (Mul).
Los ácidos orgánicos aparecen en la lista de aditivos autorizados por la Unión Europea, dentro del grupo de “conservantes” y su uso está permitido en todas las especies. Se les puede considerar sustancias seguras ya que no abandonan el tracto digestivo y por ello no dejan residuos en los productos animales. Por otra parte, pueden dar lugar a dificultades de manejo debido a que son sustancias corrosivas. Además, al utilizar altas dosis, afectan negativamente a la palatabilidad de los alimentos disminuyendo por tanto su ingestión.
Los ácidos orgánicos (fórmico, láctico, acético,propiónico, cítrico y fumárico) presentan un efecto más acusado en las primeras semanas de vida de los animales. Durante este periodo una gran cantidad de material no digerido alcanza el colón y favorece la proliferación de microorganismos patógenos que producen colitis y diarreas. Los ácidos orgánicos mejoran el proceso digestivos, de tal forma que disminuyen el tiempo y retención del alimento, aumentando la ingestión a la vez que se previenen los procesos diarreicos. También pueden ser absorbidos por el animal representando una fuente extra de nutrientes y además pueden inhibir el crecimiento de determinados microorganismos digestivos patógenos, ya que reducen el pH del tracto digestivo y además presentan actividad bactericida y bacteriostática.
Si realizamos una aplicación de acidificantes en la formulación de alimento para aves observamos que:
- La acidificación facilita la digestión de proteínas reduciéndolas a péptidos antes de que pasen al intestino delgado, en donde esos péptidos serán finalmente reducidos a aminoácidos.
- Incrementa la proliferación de lactobacilos a expensas de la flora patógena intestinal (Enterobacterias).
- Al haber menor producción de bacterias patógenas se mejora el estado de la membrana de la mucosa intestinal
- Por obvias razones al mejora la sanidad del aparato digestivo vamos a facilitar e incrementar la absorción de todos los nutrientes, favoreciendo el desarrollo de lactobacilos endógenos y limitando el ingreso de Escherichia coli y otros colibacilos.
En el caso de los Rumiantes los acidificantes pueden tener una influencia positiva en la producción ganadera, ya que limitan la proliferación de bacterias y otros microrganismos patógenos o nocivos. Sabemos que existen complejas interacciones que pueden darse entre acidificantes (ácidos orgánicos) y otros componentes del alimento, así como la influencia de éstos en el metabolismo del animal y la microflora saprófita.
Naturalmente, el efecto inhibitorio debido a la forma no disociada no tiene lugar si la acidificación se produce utilizando ácidos inorgánicos fuertes, por la sencilla razón de que todo el ácido se encuentra disociado en disolución.
Para poder evaluar las consecuencias de añadir acidificantes al alimento, hay que tener en cuenta que los ácidos orgánicos van a tener un efecto no sólo en el pienso en sí, sino también en el estómago e intestino del animal. Además, estos efectos no se van a limitar a la inhibición de microorganismos potencialmente tóxicos, sino también a la flora microbiana del intestino y a la fisiología del animal. Resulta muy difícil hacer generalizaciones, ya que los efectos pueden ser totalmente distintos al variar el tipo de ácido, el alimento sobre el que se aplica y la especie y la edad del animal.
En definitiva, el efecto de un acidificante sobre el pH del alimento tiene que medirse experimentalmente, siendo necesario ajustar la cantidad de ácido en función de la capacidad de tamponación. En general, las leguminosas tienen mayor capacidad amortiguadora del pH que los cereales. Mayor importancia pueden tener los cambios en la palatabilidad y aceptabilidad del alimento, factor que puede fácilmente limitar la máxima concentración posible de ácidos orgánicos y mejor elegir acidificantes de origen natural.
Una vez ingeridos, los acidificantes también pueden tener efectos en el estómago del animal. Esto es importante en el caso de los lechones recién destetados, ya que los mecanismos de secreción de HCl para acidificar el estómago aún no están completamente desarrollados, y frecuentemente se produce una ralentización del crecimiento.
Fórmulas y características físicas y químicas de los ácidos orgánicos usados como acidificantes de la dieta en cerdos.
Foegeding y Busta, 1991)
Acidificación en agua de bebida
En el caso de la acidificación en agua de bebida es importante recordar el impacto que ésta tiene sobre la salud y el rendimiento de los animales. El agua es el nutriente mas importante ya que en condiciones normales un animal ingiere el doble de agua que de pienso, además esta proporción aumenta y llega a ser más importante en perídos donde la ingesta se ve reducida.
Por lo tanto, la acidificación de agua de bebida en animales de crecimiento rápido como broilers o en animales de alta producción como ponedoras o reproductoras ayuda a mantener el equilibrio en la flora a nivel del tracto digestivo y especialmente en las situaciones donde la ingesta de pienso se ve alterada.