El próximo 1 de enero entrará en vigor en china nueva normativa relativa a la protección medioambiental de la actividad ganadera, desarrollada a partir de un dictamen conjunto del Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Medio Ambiente y la Oficina de Asuntos Legales.

La normativa responde a la importante degradación medioambiental del país, que en el medio rural se vincula a la actividad ganadera a gran escala. En este sentido, se pretende obligar a la industria a gestionar las deyecciones ganaderas que produce. Se fomenta un desarrollo ordenado de la actividad y del reciclaje, la prohibición del vertido de deyecciones sin tratar, y se prevén posibles reubicaciones de explotaciones.