Mantener la fertilidad: Spiking
En la vida de un lote de reproductores poco a poco se nos van envejeciendo los animales con el paso del tiempo siendo los machos los más susceptibles a este proceso. Para ello son varios los planteamientos que se consideran, de los cuales el Spiking es unos de los más utilizados hasta ahora.
El Spiking consiste en la renovación parcial de machos introduciendo animales jóvenes dentro del lote y descartando los gallos con sobrepeso o de menor condición y los que muestren síntomas de debilidad.
Para evitar problemas se deben introducir dentro del lote instaurando barreras físicas para evitar contacto con otros machos y tener problemas de agresiones que generen problemas físicos.
El porcentaje de machos a introducir es variable dependiendo de la fertilidad que obtenemos en el lote y el estado de los gallos, siendo usualmente alrededor del 25% de los machos los que se renuevan y realizando esta práctica en dos ocasiones durante la vida del lote.
Sin embargo hay que tener en cuenta que:
- Es un gran riesgo para la bioseguridad del lote. El introducir animales nuevos, sean jóvenes o no comporta una posible entrada de patógenos al lote, por lo que hay que valorar adecuadamente si la mejora en fertilidad que obtenemos compensa el riesgo que debemos asumir.
- Debemos poder realizar una separación física en la nave adecuando un espacio para los nuevos machos en el interior de la nave. Puede comportar tanto un aumento de la densidad de animales en la zona de reproductoras con los consecuentes problemas de falta de espacio y re-ubicación como para los nuevos machos si estos disponen de un espacio reducido para no afectar a las reproductoras.
- Es conveniente parametrizar el lote y previamente definir que condiciones definirán la renovación de los gallos: número de gallos presentes, fertilidad del lote, presencia excesiva de gallos con sobrepeso o con manifiesta debilidad…
- Es necesario disponer de naves o instalaciones adosadas donde realizar la cría de los nuevos machos a introducir.
- Los machos jóvenes permanecen juntos generalmente hasta las 25 semanas de vida, lo que puede generar agresividad entre ellos si no disponen de suficiente espacio y provocar pérdida de animales por tener que descartar algunos de ellos.
- Su eficacia dentro del lote no es immediata, ya que los animales adultos no les permiten competir en igualdad de condiciones y su eficacia reproductiva se ve mermada en las primeras semanas.