Manejo de reproductoras pesadas: Uniformidad de la recría

Publicado el 02/15 | por agrinews | Reproducción
El manejo de las reproductoras pesadas en recría siempre se ha considerado un trabajo artesanal y es la base para conseguir unos buenos resultados en producción

Por Juan Carlos Abad. Director Técnico Veterinario Cobb Española S.A & Jaime Sarabia. Veterinario Cobb Española S.A.

El principal objetivo durante este periodo, es el control del peso corporal mediante la restricción alimenticia, ya que las reproductoras pesadas son animales muy voraces –hiperfágicos-, y capaces de ganar peso muy rápidamente.

Excesivo peso corporal antes del inicio de la madurez sexual produce una severa disminución de la eficacia reproductiva y alta mortalidad.

Esta restricción alimenticia es cada día mayor si cabe, porque aunque la curva de peso en recría no ha variado mucho, sin embargo, si lo ha hechoel potencial de crecimiento y, por lo tanto, el porcentaje de restricción,que es cada día mayor y se manifiesta en la gran competencia por el pienso a la hora de comer.

Entre los objetivos durante la recría está la curva de peso, la uniformidad y la condición corporal de los animales, siendo los dos primeros los que más fácilmente son cuantificables y se analizan de manera más objetiva.

 

UNIFORMIDAD, OBJETIVO Nº1

La uniformidad se refiere a la dispersión de pesos con respecto al peso medio y se ha marcado como uno de los objetivos más importantes de la recría de las reproductoras. Para cuantificar cuanto de uniforme es un lote, se calcula el porcentaje de uniformidad, que se define como el porcentaje de animales que tienen un peso entre el ± 10% del peso medio.

El objetivo que se debe marcar es conseguir una uniformidad por encima del 80%.

Otra forma de medirlo es mediante el coeficiente de variación (CV), medida estadística que sirve para calcular la dispersión de pesos de una muestra.El CV  es más difícil de calcular y nos da una información muy parecida al porcentaje de uniformidad.

Muchas empresas utilizan la uniformidad al final del periodo de recría como una herramienta para valorar el trabajo realizado en la recría y como base para bonificar al criador. Pero una buena uniformidad al final de la recría no siempre significa un lote uniforme desde el punto de vista de la condición corporal que es lo que realmente buscamos, ya que el cálculo de la uniformidad se basa en el peso corporal y animales con el mismo peso pueden tener diferente estructura esquelética y por lo tanto diferente condición corporal.

Para tener animales realmente uniformes en el momento de la fotoestimulación hay que trabajar en la primera parte de la recría que es cuando se desarrolla la mayor parte del esqueleto y nos permitirá tener animales con una condición corporal parecida al final de la recría.

A las 8 semanas de vida ya tenemos el 80% de la longitud máxima del tarso, que se utiliza como medida del desarrollo esquelético total, y a las 12 semanas de vida cerca del 90% de desarrollo total del esqueleto.

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Fig.1 . Porcentaje de uniformidad ideal mínima de un lote

 

Una buena uniformidad en la primera fase de la recría, 8-10 semanas de vida, nos permitirá tener un desarrollo esquelético parecido y, más tarde, a las 18-20 semanas, el mismo tipo de pechuga y porcentaje de grasa corporal,que significa, tener animales con una condición corporal similar.

 

MANEJO DE LA UNIFORMIDAD

Para conseguir una buena uniformidad hay que trabajar con las pollitas desde antes de entrar en la nave. Se debe disponer del mejor equipo posible, además de tenerlo acorde con la densidad de las aves con la que vamos a trabajar.

Para que arranquen lo mejor posible desde el inicio, se deben recibir con un 50% de la superficie cubierto de papel y pienso ycon una cantidad suficiente de pienso (50 gramos de pienso/ pollito)para garantizar la ingesta de nutrientes necesarios. Es convenientechequear los buches 24 horas después de la llegada de los pollitos, para verificar que al menos un 95% de las aves han comido y bebido y han accedido al pienso y al agua, este es el primer paso de un buen arranque. Además, es necesario una buena intensidad de luz (40-60 lux) y 23 horas de luz los primeros días para que puedan visualizar fácilmente los comederos y bebederos.

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