El rendimiento productivo de las aves puede ser afectado por diversos factores que incluyen el medio ambiente, manejo, nutrición, agentes infecciosos, tóxicos, etc. También cuando una enfermedad de origen infeccioso se presenta en el periodo de producción, esta puede disminuir por varias semanas, resultando en pérdidas en la cantidad de huevos producidos además de que pueden afectar la calidad externa e interna del propio huevo.

1. Infertilidad. Aquí nos referimos a la esterilidad o ausencia de capacidad de concebir huevos viables. Evidentemente son reproductoras que sus huevos no son fértiles y que por lo tanto no nos nacerán los pollitos. Las causas pueden ser muy variadas, pero las podemos separar en dos grupos: infecciosas o no infecciosas.

La inmadurez, inexperiencia sexual al principio, falta o insuficiencia de nidales, nidales no reconocibles como tales por las hembras, instalaciones inadecuadas, medicaciones excesivas, relación hembras/macho deficiente o inadecuada son las más comunes, pero otras como la obesidad, problemas visuales, cojeras o lesiones en las patas, malnutrición o micotoxinas son también frecuentes.

2. Distocias y huevos retenidos.

Suele comenzar, en muchos casos, con una prolongada retención del huevo en el interior del oviducto. Pueden ser debidas a infecciones sistémicas o del propio oviducto por un lado o a déficit nutricional o agotamiento metabólico de los animales. La hipoglucemia y la hipocalcemia, generalmente muy relacionadas, que en sintonía con el tono muscular del oviducto, pues depende de ellos, produce las retenciones por falta del tono muscular o malformación de la cáscara.

Los excesos alimentarios y la obesidad por otro lado y por causas totalmente contrarias a las anteriores retienen el tránsito del huevo por el oviducto.

La falta de luz solar es otro factor de riesgo ya que gracias a la luz solar el organismo es capaz de sintetizar la vitamina D3, imprescindible para la fijación del calcio a los huesos. La gallina obtiene el calcio para formar la cáscara del huevo del calcio proveniente de los huesos, por tanto una deficiente calcificación ósea implicará un déficit de calcio para la calcificación del huevo.

3. Prolapso del Oviducto.

El Prolapso del oviducto consiste en el desplazamiento de una de las paredes del oviducto que acaba envolviendo el huevo o dificultando su avance.

4.Huevos Ectópicos.

Huevos que por alguna causa no se alojan debidamente en el oviducto y se encuentran en el contenido abdominal.

5. La obesidad es un problema muy importante en las gallinas, ya que la motilidad del oviducto se ve claramente afectada y los folículos maduros no caen al oviducto, sino que la cavidad corporal, siendo habitual encontrar en necropsias restos de oocitos internamente. También se observa en gallinas obesas que en ocasiones el huevo fecundado revierte el camino y salen a la cavidad corporal, dando lugar a los huevos ectópicos. En general observamos una disminución de la fertilidad y incubabilidad en las gallinas.

6. La presencia de líneas genéticas que tienen cada vez más pechuga parece tener una influencia clara en la dificultad de fertilización de las hembras por los machos. En el pavo por ejemplo se ha estandarizado la inseminación debido al enorme problema que crean las pechugas tan desarrolladas en los machos.

7. La competencia entre machos es un factor muy importante. Cuando hay menos hembras por macho, los machos pierden mucho vigor delimitando su zona y vigilando que no entren otros machos, mientras que cuando hay menos machos dedican más tiempo a montar las gallinas.