EE.UU refuerza los controles de seguridad alimentaria para las importaciones
El Gobierno de EE.UU ha anunciado nuevas normas por las que requerirá controles más estrictos de seguridad alimentaria a todos los productos alimenticios importados, que suponen un 15% del total de la comida que se consume en el país.
La Administración norteamericana responsable de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha decidido limitar los problemas de intoxicaciones alimentarias por productos importados mediante la implementación de nuevos requerimientos.
Las nuevas reglas exigirán a las entidades importadoras verificar que sus proveedores implementan «prácticas modernas de seguridad alimentaria, orientadas a la prevención», y logran «el mismo nivel de seguridad que los agricultores y procesadores» norteamericanos.
«En lugar de confiar sólo en los controles de la FDA en los puertos de entrada para detectar y responder a problemas de seguridad alimentaria, los importadores tendrán, por primera vez, la responsabilidad de verificar, de forma transparente para la FDA, que la comida que importan es segura», según un sistema inspirado en el análisis de riesgo e identificación de puntos críticos de control.
En paralelo, la FDA comenzará a conceder acreditaciones a agencias gubernamentales extranjeras o empresas privadas para que a su vez autoricen a inspectores independientes a que a «inspeccionen y emitan certificaciones para instalaciones y alimentos extranjeros, bajo ciertas circunstancias».
Dichas certificaciones no serán obligatorias, pero servirán a la FDA como garantía para admitir aquellos alimentos que entrañen riesgos, los cuales no han sido especificados por el momento. Sin embargo, se excluyen productos cárnicos, pescado y mariscos, que ya cuentan con normativa propia. También quedan excluidos los pequeños importadores (menos de 500.000 dólares anuales).
En cualquier forma, la medida responde al incremento de toxiinfecciones asociadas al consumo de frutas y verduras.