Departamento técnico de Laboratorios Ovejero S.A
Si bien al principio se habló de una nueva variante del virus de la enfermedad hemorrágica del conejo, hoy cada día es más frecuente la idea de que estamos ante un nuevo virus
Situaciones parecidas sucedieron en Italia y así llegamos a diciembre de 2012 en el que aparecen los primeros casos en España y Portugal, más o menos típicos del proceso que ya conocíamos desde 1988 pero que, a diferencia de lo observado en aquella presentación, los cuadros eran marcadamente menos congestivos y hemorrágicos.
Nuevamente, al igual que ocurrió en Francia, aparecía sobre todo en animales jóvenes y, en menor medida, también en animales adultos vacunados con los productos desarrollados para la presentación del 88, que hasta el momento se consideraban protegidos y, desde luego, no sufrían el proceso.
El agente causal de la nueva presentación, indudablemente tiene relaciones genéticas con el Calicivirus que provocaba la anterior. Sin embargo, si bien al principio se habló de una nueva variante, hoy cada día es más frecuente la idea de que estamos ante un nuevo virus.
Laboratorios Ovejero, S. A., pionero en el desarrollo de vacunas para los procesos emergentes de la cunicultura surgidos a principios de los 80, se volcó a partir de octubre de 2013 en la puesta a punto de una vacuna específica frente al proceso.
Para ello, se partió de la revisión de los numerosos casos clínicos que se habían analizado en el Centro de Salud y Diagnóstico de Sanidad Animal (CIDSA). La experiencia adquirida en la investigación realizada en 1988, que condujo a la puesta en el mercado europeo de la primera vacuna plenamente exitosa, frente a la Enfermedad Vírica Hemorrágica del conejo, se aprovechó para el desarrollo de un nuevo y original producto implicando a todo nuestro equipo técnico.
El producto experimental, que no era más que un candidato a ser vacuna inactivada, cumplía además con las condiciones más estrictas que la Farmacopea Europea le podía exigir. Pero nuevos retos se nos plantearon para el desarrollo completo y novedoso del nuevo producto; retos que, en todo caso, nunca nos aparecieron en 1988.
Pronto se obtuvieron los primeros y esperanzadores resultados. Así, se consiguió reproducir la enfermedad con cepas aisladas en CIDSA, se estudió el cuadro clínico y se obtuvo un producto experimental que protegía a los animales frente al nuevo virus de la Enfermedad Hemorrágica Vírica.
El primer reto que nos vimos obligados a contemplar derivaba de la edad de los animales que venían a padecer el nuevo proceso. ¿Cómo vacunar a los animales de nido y sensibles al proceso desde el nacimiento? Para ello, dos circunstancias complicaban el desarrollo de la vacuna.
- La primera, eminentemente técnica, era la falta de madurez inmunológica de aquellos animales a tan corta edad. Éramos conscientes de que, por bueno y eficaz que resultase ser nuestro producto y con ello de elección para otras edades, iba a ser difícil obtener los mismos resultados en gazapos que en animales adultos.
- La segunda, sin duda menos técnica pero no menos importante, era si el mercado del conejo y sus precios iban a soportar una vacuna más, que se dirigía a todos los gazapos.
Por las dos razones, aunque inicialmente por la técnica en primer lugar reseñada, buscamos un producto que fuese completamente eficaz en gazapos, con un protocolo vacunal que no implicara a los animales en nido como receptores del producto y, además, debían estar protegidos desde el mismo momento de su nacimiento, dada la susceptibilidad a la enfermedad.
Numerosas pruebas y distintos protocolos experimentales condujeron al producto que hoy les presentamos, que viene a cumplir con lo que nosotros inicialmente buscábamos
PRESENTACIÓN DEL PRODUCTO
Pero además, las camadas nacidas de hembras vacunadas también estarían protegidas y, de hecho, al ser la trasmisión de la inmunidad a través de la placenta y no por vía calostral, lo estarían desde el mismo momento de su nacimiento y con una duración de la protección que cubría toda la fase de la lactación y engorde.
Ante estos novedosos resultados, elaboramos un protocolo vacunal que protegiese a aquellas conejas susceptibles de infectarse con la nueva cepa y sobre todo a las camadas que de ellas naciesen.
Nuestra propuesta, tomando como base todos los resultados que en el laboratorio y en el campo hemos obtenido, es a día de hoy:
Primera vacunación de futuros reproductores a los dos meses de vida, ampliando con esta primera vacunación la inmunidad y la protección que habían obtenido de la madre. Ello vendría a evitar la muerte de al menos un 20-30% de los animales en el caso de que llegase a la explotación la nueva cepa. Revacunación dos semanas antes de iniciar la vida reproductiva, potenciando con ello la inmunidad que van a trasmitir a sus camadas.
Los reproductores que alcancen el año de vida en circunstancias productivas, serán revacunados al alcanzar ese momento y, a partir de él, cada seis meses
Con todo ello hemos solventado, no solo el problema de la deficiente inmunidad en los gazapos en la lactancia, sino también el económico, dado que, frente a la nueva presentación de la enfermedad, con dos dosis de la nueva vacuna estamos protegiendo a la madre y, al menos, entre 30-40 gazapos que de ella procedan. Llegados a este punto, nos gustaría contar con su estrecha colaboración para un tema claramente técnico.
Por ello encarecemos desde este mismo momento a los cunicultores que, habiendo vacunado tengan dudas en algunas bajas que en su explotación se produzcan entre animales vacunados y creyeran que se trata de la Enfermedad Hemorrágica en cualquiera de sus presentaciones, lo pongan en conocimiento de CIDSA y, de acuerdo con él, nos remitan las muestras que este le venga a solicitar.
Todos los calicivirus, y entre ellos los agentes etiológicos de las dos presentaciones de la Enfermedad Hemorrágica Vírica del Conejo, tienen una gran facilidad para dar lugar a mutaciones
Ello les permite, cuando una mutación se produce, evadir la inmunidad y las defensas del animal, incluso las derivadas de una vacunación. Con ello se facilitan infecciones persistentes e incluso sobre infecciones con nuevas variantes obtenidas a partir de la cepa original.
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