Durante el último trimestre del 2015 y el primer trimestre del 2016 aparecieron un total de cuatro granjas con un proceso que desafiaba en parte las sintomatologías habituales que se encuentran en los animales. En todas ellas el cuadro era similar y debido al gran impacto visual que aparentaba el proceso se procedió a investigar las posibles causas y factores favorecedores en profundidad.
El proceso
La mortalidad en el periodo de lactación Se encontraba en los cuatro casos entre el 2,5% en el mejor de ellos y el 9,1% en la granja con peor resultado dentro de unos parámetros de mortalidad aceptables. La mortalidad en el periodo de engorde
Durante los primeros 15 a 20 días de engorde la mortalidad era asimismo muy baja, frecuentando en los diversos lotes de cada granja valores entre el 1 y 3 % durante el periodo y siempre con un aspecto muy bueno de los animales y de gran homogeneidad en la camada a la inspección veterinaria.
Los animales afectados se encontraban en el engorde y durante el periodo desde los 50 días de vida hasta los 60 días de vida, justo cuando ya se ha realizado todo el gasto para estar a punto de vender a los animales.
Hacia el día 53 de vida empieza un proceso de mortalidad súbita, pasando en todos ellos de valores cercanos a 10-15 animales muertos diarios hasta máximos superiores a las 100 bajas diarias en apenas 5 días.
Sin observar un abatimiento de los animales hasta llegado este extremo de bajas que entonces si se aprecia un aumento de la desigualdad de los animales
En las granjas se investiga el nivel de biocidas en agua (buscando excesos) y posibles relaciones externas (mismo proveedor de pienso, ruta de retirada de cadáveres, etc.), pero no se encuentran coincidencias y en algunos casos aún ni tan solo se empezado ha administrar pienso de retirada.
La sintomatología
La sintomatología es muy aparatosa: Una inmensa hemorragia sanguinolenta en la zona anal que ensucia totalmente el tercio posterior del animal. No se observa en ningún caso evidencias de lesiones externas o en el ano que justifiquen esta abundante hemorragia, por lo que se procede a necropsiar animales.
“El síntoma más evidente se limita a hemorragia en la zona anal y en los intestinos congestión y contenido hemorrágico”
Los tratamientos
Los tratamientos con coccidiostáticos y aminoglucósidos en agua dieron resultados dispares, siendo en algún caso muy efectivos mientras que en otros parecía que dependiendo la fila de jaulas respondían de forma arbitraria, descontrolándose al mínimo estrés como pudiera ser un cambio de tiempo.
“Aumentar el nivel de cloro libre en las tuberías de agua y acidificar el agua hasta un pH de 6,5 aproximadamente dieron mejores resultados preventivos que el propio tratamiento con antibióticos”
La necropsia
Se observa abundante contenido hemorrágico en los intestinos, que en las primeras fases es totalmente rojo por la presencia de sangre fresca y que pasados los días se observa negruzco por la propia digestión de la sangre.
En la mayoría de los casos las diarreas que aparecen posteriormente son muy negras y hacen mal olor y son muy poco profusas en general al principio, volviéndose más liquidas y ensuciando más al ir avanzando los días el proceso. Los intestinos delgados presentan congestión y en el ciego se aprecian algunas hemorragias conforme van avanzando los días.
Por la evolución del cuadro y la respuesta a los tratamientos se dedujo que se trataba de un proceso entérico ligado posiblemente a colibacilos, relacionando el proceso con un cuadro que aunque no habitual, si se aprecia en procesos colibacilares de presencia de hemorragias profusas en zona anal, pero siempre como caso anecdótico.
Las analíticas
Se encontraron Escherichia coli en todas las muestras confirmando la sospecha de proceso colibacilar y habiendo un solo caso de la presencia del gen eae positivo en las muestras enviadas. En la mayoría de casos también se diagnosticó presencia de coccidias siendo abundante el hallazgo en la mitad de las muestras enviadas.
“Se diagnosticó como un proceso mixto de colibacilosis y coccidia intestinal”