Por Óscar Holgado
Asesor y responsable de producción. Dirección comercial y desarrollo
Hoy existen dos puntos de vista básicos para determinar la rentabilidad de una explotación cunícola.
EL PRECIO DE VENTA
Aquí deberíamos colocar a todos aquellos que piensan que el precio de venta debe cubrir todos los costes más beneficios, independientemente y sin tener en cuenta cuál ha sido su dedicación, trabajo y calidad del mismo.
COSTE DE PRODUCCIÓN
Aquí entrarían todos aquellos que creen que a partir de su esfuerzo, conocimiento, dedicación y profesionalidad, son capaces de producir un kg de conejo vivo con el mínimo coste posible. Su objetivo es siempre intentar mejorar los parámetros que le permitan situar su coste en términos de máxima rentabilidad, dejando el precio de venta al mercado de oferta y demanda (evidentemente no manipulado por intereses especulativos y otros).
YO APUESTO INDISCUTIBLEMENTE POR “EL COSTE DE PRODUCCIÓN”
¿Es necesaria la profesionalización del cunicultor y del personal?
La respuesta, en mi opinión es “SÍ”. Hay que dejar atrás la actividad contemporánea -anacrónica- de cómo se manejan muchas de nuestras explotaciones, y avanzar hacia la profesionalización. Para mí, un profesional de la cunicultura no es alguien que tiene conejos o que hace muchos años que tiene conejos, sino que es alguien que sabe qué es lo que hay que hacer con ellos y sobre todo cómo tratarlos.
Un profesional es alguien que conoce qué hay que hacer con sus conejos y sobre todo cómo tratarlos
Es evidente que en unas por su tamaño y en todas, por la situación económica que atraviesa el sector, se hace prácticamente inasumible la contratación directa de personal altamente cualificado (veterinarios, ingenieros agrónomos, etc.). Pero ello no significa que no existan fórmulas muy válidas para realizar estas contrataciones que aportarán beneficios de una forma rápida, práctica, real y constante para nuestras explotaciones.
La formación tiene un papel fundamental dentro de la cunicultura
Otro aspecto de la profesionalización está ligado directamente con la formación. Ésta tiene que situarse en todos los estratos de acción dentro de una explotación, por lo que sería conveniente exigir a las autoridades educativas que se realizarán cursos o estudios de formación especializada -escuelas de capacitación agraria-, para todo aquel que sin llegar a ser un titulado superior pueda recibir la formación adecuada para poder ofrecer sus servicios a un sector muy precario en esta especialización.
La situación actual de la cunicultura en aspectos relativos a la sanidad, manejo, toma de decisiones y actuaciones, exige de los actores un nivel de conocimiento técnico (formación) en el entorno de la producción que van más allá de una dedicación físico-visual de y en las explotaciones.
Aspectos tan importantes como la toma de decisiones en cuanto a la alimentación, medicaciones, personal laboral, manejos, etc., las dejamos siempre en manos de unos profesionales (veterinarios) que a menudo solo aparecen o pueden aparecer en nuestras explotaciones cuando surge alguna dificultad y les exigimos resultados y dedicación como si realmente fueran responsables de lo que ocurre en ellas.
Yo creo que es necesario hoy por hoy que tanto el cunicultor como los trabajadores que tienen relación directa con los animales, tengan niveles de conocimientos técnicos mínimos, ya no sirven operarios que no saben leer, escribir, o las dos cosas (sin la intención de ofender a nadie).
Tener personal formado y estar formado uno mismo es garantía de mayores beneficios
En el manejo de una explotación cunícola en la que interviene todo el ciclo productivo (a diferencia de otras especies) es imprescindible poder asumir tareas que exigen cierto grado de entendimiento, entrenamiento y ejecución.
Debemos saber y apostar que la inversión en personal es tal vez la más importante que podemos realizar en nuestra explotación, ya que dependerá de ella la maximización de los trabajos y en consecuencia la rentabilidad de la explotación. Sí, tener personal formado y estar formado uno mismo es garantía de mejores resultados y por tanto mejorar la obtención de mayores beneficios
La mejor garantía de futuro, junto a una evidente mejora y modernización de equipos e instalaciones, es la necesidad de un modelo común y estandarizado que posibilite lo máximo posible una homogeneidad de producto, coste y calidad
Reflexionemos…
Deberíamos entender que el paso del tiempo nos ha situado en una encrucijada, ¿avanzar o desaparecer? Es evidente que la cunicultura ha cambiado, ya no es la actividad familiar que en conjunto había venido siendo históricamente.
Como a todo, al final, también le ha llegado la hora a la cunicultura. Un sector vivo, dinámico y con futuro, debe sí o sí evolucionar. Lo que aparentemente y en principio puede parecer una contrariedad para muchos, no deja de ser el más claro signo y síntoma de que ha llegado la hora de avanzar.
Este artículo no pretende de ningún modo ir a favor de…, ni en contra de…, sino todo lo contrario. Establecer un punto de reflexión para todos los implicados. Es evidente que dentro de un sector cabe todo el mundo y todas las posibilidades y modelos de negocio, pero sea cual sea, debe hacerse bien y sobre todo de modo profesional.
Opinión…
Mi opinión es que pese a las dificultades que atravesamos como sector, acabarán por superarse y se abrirán nuevas posibilidades para afrontar el futuro que sin duda tiene nuestro producto.
Debemos hacer de la cunicultura, una profesión y dejar entrar conceptos como conocimiento, formación y asesoramiento ético y técnico.
Debemos dejar atrás los prejuicios y realizar análisis profesionales de nuestro trabajo y sobre todo de nuestras explotaciones.