La Comisión de Sanidad y de Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo (PE) ha solicitado en Bruselas la introducción de un etiquetado obligatorio con el país de origen de la leche y extender los requisitos en el caso de los alimentos cárnicos.

Los eurodiputados han aprobado una resolución en la que insisten en la necesidad de obligar a indicar el origen de esos alimentos para garantizar la confianza del consumidor y contribuir a una cadena de producción alimentaria «más transparente», según el informe.

Actualmente, es obligatorio detallar el país de procedencia de la carne fresca de bovino. En el caso de las carnes de cerdo, pollo, oveja y cabra hay exigencias para indicar el país de crianza y sacrificio.

Los eurodiputados han reclamado que el país de origen se especifique en las etiquetas de otras clases de carnes, en productos procesados y se extienda para leche, incluso cuando sea utilizada como ingrediente de alimentos, por ejemplo en la elaboración de nata o queso.

Según la comisión parlamentaria, es «una medida útil para proteger la calidad de los lácteos, el empleo y combatir el fraude en un sector que sufre una crisis grave».