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La gente: el mayor activo de la sala de incubación

Por Gerd de Lange, Especialista Avícola Senior, Pas Reform Academy

La importancia de un equipo dedicado y motivado nunca debería subestimarse. Incluso siendo un entorno altamente automatizado, la sala de incubación no podría existir sin él.

La creación de un equipo tal forma parte de las funciones del responsable de la sala: tan importante como comprender el proceso de incubación completo, desde el huevo al pollito de un día y todos los factores pueden influir en los resultados, ya sea positiva o negativamente.

Un responsable de la sala de incubación experimentado es capaz de analizar las causas de los malos resultados, tomar acciones correctivas y evaluar su impacto. Él o ella tiene la autoridad para cambiar Procedimientos de Normalizados de Trabajo (PNT) y debe ser buen organizador y planificador.

El responsable de la sala de incubación con el apoyo de los jefes de equipo, cada uno con sus responsabilidades de sala específicas, por ejemplo, la sala de manipulación de los huevos, o sus PNTs, como la vacunación, en la sala de incubación. A menudo, estas personas también son responsables de la recogida de información importante, como la pérdida de peso del huevo, los resultados de eclosión y los índices de higiene.

El personal responsable de realizar tareas relativamente monótonas, como la colocación de los huevos, su observación al ovoscopio y traslado, el manejo de los pollito, su limpieza y desinfección, por ejemplo, se refieren a menudo como no mano de obtra no cualificada, aunque esto le resta importancia a sus funciones.

Un buen equipo técnico, para el mantenimiento preventivo y las reparaciones de equipos, es básico para la optimización de las condiciones de incubación y la garantía de la continuidad operativa en todo el proceso: especialmente como cuando la sala de incubación está altamente automatizada.

Son funciones del responsable de la sala de incubación, entrenar (= formar) y, por último pero no menos importante, motivar a los empleados con tareas específicas asignadas. Un personal bien entrenado seguirá las PNTs de forma precisa y dispondrá de habilidades para reconocer errores y riesgos potenciales. Por ejemplo:

  1. Un personal bien entrenado en la sala de manipulación de los huevos reconoce y entiende el riesgo de poner huevos con el polo agudo hacia arriba.
  2. Un operador de incubadora motivado comprende la urgencia de arreglar un problema de volteo si se produce durante la primera semana de incubación.
  3. Cuando se forma según unos estándares, todo el personal de manejo de pollitos reconocerá los mismos indicativos de pollitos no comercializables. De esta manera se evita el problema de tener que sacrificar en granja pollitos que no deberían haber llegado, por lo que reducen las quejas de los clientes.

Ya sea para los nuevos empleados o como rutina para el personal de la sala, la formación motiva a la gente a hacer un buen trabajo. La rotación de personal para que pueda experimentar los distintos departamentos de la sala de incubación ayuda a evitar el aburrimiento y la pérdida de interés que podría resultar en un trabajar ‘descuidado’. También permite a las personas a encontrar un área de especial interés, y por lo tanto un mejor rendimiento, en la sala de incubación. En ese entorno, las personas se vuelven más flexibles con capacidad ‘multitarea’, lo cual es un gran beneficio en la cobertura de las ausencias por enfermedad o vacaciones.

Los buenos responsables de sala también deben recibir formación continua, para crecer en su trabajo y adquirir experiencia, a la vez que se mantienen al día con la lectura de los artículos pertinentes y la asistencia a seminarios. Formación en la gestión de salas de incubación es una gran oportunidad, incluso para responsables de sala experimentados, para compartir ideas y experiencias con especialistas y responsables de otras sala de incubación.

 

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