Por Francisco de Asís Ortega Huedo, Remedios Ezquerra Plasencia & Ramiro Casimiro Elena
Departamento de Medicamentos Veterinarios de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS)
Los medicamentos veterinarios (MVs) son nuestros aliados en las actuaciones frente a las enfermedades avícolas. Sin embargo, deben emplearse de forma racional y responsable para así garantizar su seguridad y eficacia, permitiendo que el balance beneficio/riesgo sea favorable.
“Recuerda que un medicamento veterinario es la sustancia o combinación de sustancias que se presenta como poseedora de propiedades curativas o preventivas con respecto a las enfermedades animales, que se administra al animal con el fin de restablecer,corregir o modificar sus funciones fisiológicas ejerciendo una acción farmacológica, inmunológica o metabólica,o de establecer un diagnóstico clínico veterinario. Asimismo,son medicamentos veterinarios las premezclas medicamentosas que se incorporan al pienso para constituir los piensos medicamentosos”
Artículo patrocinado por INVESA
Autorización de comercialización
Para obtener la autorización de comercialización de un medicamento veterinario, los titulares de autorización han cumplido con los requerimientos que establecen la normativa europea y nacional en vigor, aportando todas las garantías sobre:
- CALIDAD (debe cumplir con unos estándares, no deteriorarse y ser estable al menos hasta su fecha de caducidad)
- SEGURIDAD (para el animal de destino, el consumidor de alimentos de origen animal, las personas que aplican el producto y el medio ambiente)
- EFICACIA para las indicaciones descritas en su ficha técnica (FT), prospecto y etiquetado (en adelante sólo diremos FT).
De igual manera también están regulados su prescripción, distribución, dispensación y uso.
Si nos desviamos del marco de la autorización (por ejemplo utilizándolo en otra especie animal, para otra patología, a otra posología, por otra vía de administración, etc.), entramos en un terreno de ciertas incertidumbres en las que, como mínimo, debemos saber que el MV no está probado para esas situaciones y que no se conocen sus perfiles de eficacia y seguridad, y en otros casos incluso el MV no es eficaz o no es seguro.
Tras la autorización del MV, las actividades de farmacovigilancia veterinaria supervisan el medicamento de forma constante, permitiendo que pueda revisarse su autorización por parte de las autoridades competentes. Por ello, en caso de producirse sospechas de reacciones adversas o problemas de falta de eficacia los veterinarios deben notificarlo rápidamente al sistema nacional de farmacovigilancia veterinaria.
-La actitud responsable del veterinario avícola en el empleo de medicamentos veterinarios implica:
- Usar y promover el uso de forma responsable de los MVs de acuerdo con las pautas de uso que constan en la FT, haciendo hincapié en la importancia de un buen manejo y el cumplimiento de las normas sanitarias.
- Prescribir medicamentos sólo después del examen clínico y, en su caso, laboratorial
- Explicar en detalle cómo deben de utilizarse los medicamentos que se prescriban.
Sugerir o indicar otros modos de administración o hacerlo de forma indiscriminada puede implicar que resulten ineficaces (alargando el periodo de recuperación de los animales, causando problemas de bienestar animal, descensos en la producción, aumento de las bajas, etc.), que puedan desarrollarse poblaciones de microorganismos resistentes, o dar lugar en los alimentos de origen animal a la presencia de residuos de los medicamentos por encima de los límites de residuos aceptados.
También pueden suponer riesgo para el veterinario, ganadero o propietario de los animales e incluso también riesgo para el medio ambiente. Todo ello sin perjuicio de las responsabilidades, de todo tipo, que puedan derivarse de ello para ganaderos y veterinarios.
RESPONSABILIDAD EN SU USO
El veterinario debe elegir aquellos MVs cuya composición, forma farmacéutica y vía de administración sean los más apropiados para cada caso clínico. Debe prestar atención a sus advertencias, interacciones farmacológicas, contraindicaciones, precauciones especiales de uso para personas y animales y demás características para asegurar un uso adecuado y racional. La pauta posológica debe seguir las instrucciones de la FT en la dosis, frecuencia y tiempo de uso.
Siempre debe completarse el tratamiento con la dosis correcta y considerando de manera adecuada el peso de los animales. La administración del tratamiento prescrito y la evolución clínica de los animales han de monitorizarse. Tras finalizar el tratamiento, debe comprobarse su eficacia, mediante la valoración clínica y la medición de parámetros zootécnicos (Ej. Valoración del índice de conversión, así como de determinadas pruebas como los Perfiles serológicos).
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