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La cunicultura en Tenerife, todo un reto

Juan Antonio Armas es cunicultor en la isla de Tenerife, como no, de las islas Canarias. Sí así es, unas islas de ensueño donde muchos hemos ido alguna vez pero que no todo es turismo ni todos viven directamente del turismo, aunque de forma indirecta es inevitable. En una isla como Tenerife con una población estable de 900.000 habitantes y que en el 2013 llegaron más de 3,9 millones de turistas todas las actividades dependen del turismo, y la alimentación es una de ellas.

 

Ser cunicultor en una isla tiene un gran mérito, pues todo llega pero no siempre sabes cuándo y los costes son superiores por el simple hecho de la insularidad. Si en productos de gran consumo como es la carne de pollo ya se ve afectado, el conejo ni hablemos.

Juan Antonio tomó su primer contacto con los conejos en León en el 2003 de la mano de El Adil Redondo, un centro de inseminación, selección y mejora genética ubicada en las inmediaciones de León. Empezó como empleado del centro ejerciendo actividades -como comenta con sonrisa- de chico para todo. Realmente es una de las mejores formas de comenzar, ya que aprendes de todo y sin manías.

De esta forma, siendo veterinario de profesión, empezó dando asesoramiento técnico a los clientes, inseminando, haciendo de comercial, transportando animales, supervisando la aclimatación de los animales a las granjas de los clientes y si hacía falta ayudando a hacer semen o lo que se tercie.

Fue un inicio duro, con mucha actividad pero muy edificante y muy agradable por el ambiente de trabajo que se vivía entre los compañeros. Sin embargo, como ocurre siempre, las ganas de volver cerca de la familia y ver la tierra donde creciste fueron un peso importante de la balanza que junto con las ganas de tener un negocio propio y la situación boyante que en esos momentos vivía la cunicultura canaria finalmente impulsaron la vuelta a las islas allá el 2006.

En poco tiempo encontró en La Laguna, una pequeña población junto a Santa Cruz de Tenerife una granja cerrada de hacía unos años que se habían criado pollos broiler y posteriormente conejos y que reunía los requisitos necesarios para emprender la nueva aventura. Así empezó con unas 600 conejas reproductoras que al poco tiempo subía hasta las 700 reproductoras en las que ahora trabaja actualmente.

La instalación la componen dos naves idénticas con las típicas dimensiones de granjas de pollo de aquella época: 10 metros de ancho por 80 metros de largo cada nave con una superficie útil de 800 metros cuadrados por nave de obra con sus ventajas e inconvenientes. Aprovechó las jaulas que había para la producción, que a pesar de  sus numerosos años aún se mantienen en pie, aunque a base de mucho bricolage, ya que es casi imposible encontrar piezas (y no sólo porque esté en Canarias).

Solas reconocidísimas jaulas ECU1 de Extrona para reproductoras y Loston para engorde. Actualmente son jaulas que presentan inconvenientes por su tamaño y la dificultad de adaptar a mejoras en equipamientos, como puede ser la alimentación automática o la dificultad de crear vacíos sanitarios ya que las jaulas de engorde son totalmente impracticables para maternidad, una de las causas que posteriormente los fabricantes trabajaran con jaulas polivalentes con una mayor eficacia de trabajo.

Como la mayoría de granjas canarias, no tiene dispositivos de refrigeración a pesar de las temperaturas relativamente elevadas, ya que el ambiente es muy húmedo y no funcionan adecuadamente los paneles de refrigeración, siendo una inversión totalmente ineficaz y en ocasiones hasta perjudicial por la humedad que aporta al ambiente.

El manejo de los animales

El manejo de los animales no difiere mucho del que se pueda realizar en la península: Inseminación artificial, 2 bandas a 11 días post parto, etc. Hasta aquí todo normal, pero ¿de dónde proviene el semen?. En la isla hay un centro de inseminación pero con la experiencia de trabajo de los años anteriores el depositaba su confianza totalmente en las líneas UPV, por lo que llegó a un acuerdo con El Adil Redondo, en la que estos suministraban el semen a través de envío aéreo urgente.

La tarde-noche anterior acercan las dosis de semen al aeropuerto donde se envían con el avión de reparto urgente y al día siguiente por la mañana, hacia las diez, ya puede ir a recoger las dosis seminales. Como es habitual, en las primeras ocasiones se generaron situaciones complicadas: ya me imagino ir a buscar un paquete que pasa la inspección policial en el aeropuerto y que pone como mercancía dosis de semen de conejo. Las primeras veces deberían hasta abrir el paquete por si acaso les tomaban el pelo y contenía alguna droga. Ya me imagino la pregunta de encuesta de televisión: ¿Cuál es la mercancía más rara que ha tenido que inspeccionar? Dosis de semen de conejo.

Por la estructura de la nave y jaulas no puede instalar alimentación automática, un serio problema de manejo por el tiempo que comporta hacerlo manualmente, pero como nos dice con resignación: a echar horas de trabajo.

Al ser una isla y haber un número tan reducido de granjas, los problemas infecciosos son menos frecuentes y los programas de prevención medicamentosa se notan. La alimentación es la clásica de pienso de maternidad, pienso de transición medicado para el periodo de peridestete y posteriormente pienso de retirada, pero la eficacia se aprecia por la regularidad en los resultados  técnicos de mortalidad, que fluctúan con  un intervalo menos amplio. Prácticamente no hace uso de medicamentos vía agua por no ser necesario su apoyo.

Si tiene muy claro que la prevención es fundamental, y más en una instalación de este tipo donde conviven en una misma nave dos lotes diferentes de maternidad. Para ello presta una gran atención a los primeros días de vida de los gazapos, pues está convencido que los resultados posteriores dependerán en gran medida de ellos.

Los primeros días de vida de los gazapos los revisa diariamente a fondo a todos los nidales. Cuando ya tienen 5 días de vida es cuando hace una revisión general y vuelve a igualar los gazapos, siendo en este momento cuando aplica talco desinfectante por encima de los gazapos. Aunque nos confiesa a continuación que realmente se pasa todos los días moviendo gazapos de una madre a otra buscando que todos estén igualados y tengan la misma oportunidad de alimentarse. El talco desinfectante lo mezcla con óxido de cinc, sulfato de magnesio y si es necesario con antibiótico para sanitizar los nidales. Únicamente aplica penicilina al post parto en las conejas de primer parto, teniendo unos niveles de mamitis francamente irrisorios, no llegando ni aun caso al mes. Esta es una de las ventajas de entrar animales sanos de un origen de confianza y que no existan visitas de riesgo a las granjas, como son el camión de matadero por ejemplo

Uno de los grandes secretos en los que nos confiesa reside la gran regularidad de los resultados y el bajo nivel de problemas sanitarios que encuentra se debe a su especial atención a la reposición. Siempre tiene alguna coneja más de la necesaria y además a las conejas primíparas (que han parido una vez) no las insemina con el grupo o lote que corresponde, sino que las deja descansar tres semanas y las insemina con el lote siguiente. Este periodo de descanso permite mejorar ostensiblemente los resultados de estas reproductoras transformando un pozo de problemas (porcentaje de negativas, aumento de problemas en nidales, mortalidad en el segundo parto de reproductoras) en un funcionamiento normal como el resto de las reproductoras de la nave.

Naturalmente en una granja o instalación que ya tiene ciertos años y no se puede realizar vacíos sanitarios la desinfección es un puntal importante. Para ello y con programación anual tiene destinado para cada lote el tiempo necesario para desinfectar y limpiar las jaulas en cada inicio de ciclo, llueva o nieve (bueno, que caiga un sol de justicia, porque nevar en La Laguna no sé yo si es frecuente). Además lo complementa con desinfección ambiental dos veces a la semana con aerobrumer. Para los cunicultores que no lo conocen, el aerobrumer es un aparato relativamente voluminoso pero eficaz que vaporizaba los desinfectantes y insecticidas creando una neblina muy efectiva incluso en presencia de animales, que se popularizó por los años 80 y 90 pero que prácticamente es desconocido actualmente.

En este caso realiza una mezcla de desinfectante, insecticida y acaricida al mismo tiempo que incluso llega a fulminar la mosca pequeñita que es tan difícil de erradicar en muchas granjas. El mantenimiento del aerobrumer es muy sencillo, pues con una vez al año que se limpien los filtros y depósitos hay más que suficiente.

La comercialización

La comercialización en Tenerife es en estos momentos preocupante nos comenta Juan Antonio. Con un consumo de 20.000 canales semanales (sin duda la zona de España con más consumo per cápita) actualmente apenas se producen 2.000 conejos en la isla. De las 7000 reproductoras que se hablaban que había en la isla, aunque surgían muchas dudas de que hubieran tantas, que se encontraban hace ahora apenas 10 años solo encontramos unas 10 granjas con un total de 2000 reproductoras. Un total desastre económico que ha sacudido los cimientos de la producción cunícola de la isla.

Las causas son como siempre variadas, pero en una situación de insularidad la vulnerabilidad del los débiles es más patente. Igual ocurrió en las islas baleares, donde en su tiempo se encontraba sin duda la granja más grande de España y que actualmente ha desaparecido casi por completo la cunicultura industrial.

De siempre hay dos mataderos de conejos en la isla donde se sacrificaban los gazapos. Los cunicultores llevaban a sacrificar sus gazapos y posteriormente se los llevaban y los vendían a restaurantes, carnicerías, etc, vendiendo únicamente al matadero los que no conseguían comercializar. Esto degeneró en una auténtica pelea entre los conejos comercializados por el matadero y los que comercializaban los cunicultores, dejando una situación que cuando se realizó una campaña desde la península desmontaron el sector en muy poco tiempo.

Los gazapos venidos de la península llegaron como excedentes que encontraban el mercado canario como salida fácil y que además, gracias a las brillantes ideas de los políticos que generalmente no piensan mucho sus decisiones, se encontraron que las canales llegas de la península, con un coste de transporte en barco desde Sevilla (dos días en barco) refrigerado es de unos 75 euros la tonelada, llegaba a tener subvenciones de hasta 200 euros la tonelada, siendo actualmente de 125 euros tonelada.

Esto implica que el transporte no encarece, sino que abarata el coste del kilo de canal, vendiéndose en estos momentos a 2,90 euros el kilo en supermercados. Un precio al que el productor local no puede competir y por tanto se desplaza la riqueza hacia fuera de la isla y aniquila la economía local, cuando las tendencias actuales son en el comercio de proximidad en todos los países europeos promocionando la calidad local.

Ante esta situación los mataderos como el matadero insular de Tenerife, donde sacrifica sus conejos Juan Antonio, ofrece un servicio de reparto a los cunicultores de las canales hacia sus clientes en lugar de comercializar el matadero propiamente (lo hace pero con menos interés). Esta idea de comercializar el propio cunicultor, que está muy en boga en algunos ámbitos como posible alternativa económica, tiene también sus inconvenientes.

En este caso se crean unas peleas comerciales entre cunicultores para vender en determinadas carnicerías que en lugar de estar produciendo se dedican a correr por la isla buscando clientes para sobrevivir, con el agravante de tener que realizar multiplicidad de facturas, pasar a cobrar, escuchar  quejas, solucionar problemas, el otro me lo hace más barato, etc. La solución de comercializar todo a través del matadero para evitar estos problemas están sobre la mesa, pero el matadero pertenece en partes iguales al cabildo, ganaderos y carnicerías, por lo que llegar a acuerdos es difícil por la gran diversidad de opiniones.

A pesar de todo el optimismo no puede faltar pero es francamente duro ver como un producto como el conejo, con una tradición de consumo local tan alta en Tenerife, donde es tradicional comerlo en las fiestas como producto de alta calidad tiene tantas dificultades internas para defender apenas un 10% del consumo local, lo que desmoraliza a muchos cunicultores provocando el cierre de las granjas nos comenta Juan Antonio, sin ver apoyos efectivos de los políticos que ayuden a promocionar, no el consumo que ya es elevado, sino el consumo de producción local.

Repasando los números vemos que las producciones siguen las mismas pautas que la mayoría de las granjas aunque la primera impresión al ver las naves y pensando en el clima cálido esperábamos resultados peores.

Una granja de conejos en una isla paradisíaca, una combinación de sueño pero que no es todo como lo pintan y que se tiene que trabajar más cuando todos están de vacaciones para tirar adelante.

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