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Adaptar y rentabilizar nuestro negocio a los tiempos actuales.

Si una cosa tenemos clara es que trabajamos para ganarnos el pan de cada día y si puede ser,trabajamos  un poco más para el día de mañana, y para que nuestros hijos puedan tener lo que necesitan. NO trabajamos por el amor al arte ni por nuestra sensibilidad romántica ni por que nos aburrimos en casa: “tan malo es el trabajo que hasta pagan para que lo hagas”.

 

Bueno, bromas a parte, si tenemos nuestro negocio avícola (así es, una granja de pollos, pavos, gallinas, codornices, perdices, etc es un negocio) tenemos que aplicar la razón más básica de tener un negocio propio, que es generar ingresos, ganar dinero y rentabilizar nuestra inversión. Para que nuestro negocio pueda cumplir estas expectativas no podemos utilizar el sistema empleado hace 20 años. Los tiempos han cambiado y mucho y debemos adaptarnos a los tiempos que corren hoy en día con las necesidades y condiciones que hay actualmente.

 

¿Es necesario cambiar?¿No puedo seguir como hasta ahora?

Depende de muchos factores, pero hay que analizar detenidamente los resultados productivos y económicos y tomar entonces la decisión, que aconsejamos siempre que sea meditada en profundidad.

La primera premisa que debemos tener clara y aceptarla plenamente es que nuestro negocio tiene que cambiar y adaptarnos a los nuevos tiempos para poder seguir. A priori parece sencillo, perola realidad es que a menudo implica grandes desembolsos de dinero sin tener un buen asidero donde agarrarse para que no se nos lleve la corriente en la primera tormenta que aparezca.

«El consumidor ha cambiado y ahora tiene una fuente inacabable de información por lo que nuestros productos y subproductos están contrastados y no hay suficiente con anunciarse y entrar en una guerra de precios, que no garantizan la rentabilidad de nuestra granja»

 

Para rentabilizar nuestra instalación tenemos dos caminos:

a) Disminuir el coste de nuestro producto ofertado.

b) Valorizar nuestros productos ofertados

Ambos son compatibles entre ellos y no implican interferencias que repercutan negativamente, sino al contrario, son sinérgicos (se suman entre ellos).

 

¿Como disminuir el coste?

La información está al alcance de todos, pero primero es necesario un análisis en profundidad de donde se pierde rentabilidad o se disparan los costes. Cuando una granja está integrada es relativamente fácil acceder a la información, pues las mismas integradoras son las primeras interesadas en reducir los costes porque las afecta a ellas en la misma medida que al ganadero y son perfectamente conocedoras de los mejores sistemas que funcionan en la ubicación de la instalación.

Es evidente que un sistema de recuperación de calor es muy rentable en ubicaciones de inviernos fríos y en ubicaciones muy cálidas lo es un sistema de refrigeración evaporativa, siempre y cuando no tengamos niveles de humedad ambiental cercanos al 90%.

La rentabilidad de la inversión no siempre se puede valorar en un aumento importante de ingresos, ya que a menudo lo que realmente ocurre es que esa inversión nos permite seguir con el negocio sin entrar en pérdidas o falta de ganancias. Evidentemente es menos grave tener una falta de ganancias que entrar en pérdidas, pero en los dos casos generalmente acaba siendo la causa del cierre del negocio o granja, más tarde o temprano.

Los dos principales escollos en la disminución del coste es el coste alimenticio y los gastos energéticos, ambos interrelacionados pero con una importancia tan grande que cualquier mejora repercute directamente.

 

Valorizar el producto ofertado.

Aquí hay un amplio abanico de posibilidades muchas de las cuales lo son únicamente si se tiene bien atado todos los pasos a realizar: ecológico, natural, diferenciado, marca, proximidad, etc. A ellos hay que sumar el poder ofrecer subproductos de nuestra instalación. La gallinaza hubo un tiempo que se pagaba a precio de oro (si, yo tenía 8 años y aún me acuerdo que comprábamos la gallinaza en sacos de pienso que además hasta teníamos que llenarlos nosotros).

No siempre es fácil, pues instalaciones con huertas o frutales cerca y sin otras instalaciones en la proximidad lo tienen más sencillo que otras.

Para aumentar los ingresos valorizando el producto final ya dependemos del sistema productivo que podamos utilizar y de los intereses de integradoras si fuera el caso, pero hay que tenerlo en cuenta. Hay que mirar, leer, visitar comercios y supermercados para ver que se cuece en el sector y hacia adonde podemos orientar nuestra producción y sobretodo, creer plenamente en lo que hacemos, pues de lo contrario nos delataremos nosotros mismos.

Vivir o sobrevivir, este es uno de los dilemas que nos afrontamos en los últimos años muchas instalaciones ganaderas con unos márgenes habitualmente bajos… 

 

 

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