En 1999 había unos mil ejemplares de avestruz en Aragón, hacia 2005 la cifra rondaba los 2.500 ejemplares. Hoy, ya no queda ninguna explotación que se dedique a la cría de esta ave.
Según una noticia publicada en el Heraldo de Aragón, han desaparecido todas las granjas de avestruces de Aragón. En 2005 había casi 40 explotaciones de este tipo en la comunidad autónoma.
Hasta 37 granjas de avestruces ha llegado a reunir Aragón -en el año 2005- según datos de DGA, cifra que se había triplicado en tan solo seis años. Estas explotaciones se concentraban sobre todo en Huesca y Teruel, aunque la pionera se ubicaba en Zaragoza, en la pequeña localidad de Luna, en la Comarca de Cinco Villas. Hoy, ya no queda ninguna, y tan solo han dejado un puñado de malos recuerdos.
Pilar Cativiela fue la primera persona que se decidió por abrir una explotación de avestruces en Aragón en el año 2000. Su granja, ubicada en Luna (Cinco Villas) llegó a reunir hasta 15 tríos de avestruces (dos hembras y un macho) y más de 300 pollos. «Hasta hace un año todavía manteníamos dos ejemplares, pero ya se acabó. Me he obligado a olvidarlo», lamenta Cativiela, quien guarda muy mal recuerdo de la experiencia empresarial que duró unos nueve años.
«Hasta hace un año todavía manteníamos dos ejemplares, pero ya se acabó. Me he obligado a olvidarlo»
«Eran unos animales muy caros de mantener, necesitaban mucho espacio para correr y el precio del pienso era elevado», recuerda la zaragozana. Para Cativiela, estos factores podrían haber desembocado en el fin de estas explotaciones. «Cuando empiezas piensas que va a salir bien, pero no fue rentable y llega un momento en el que no puedes seguir manteniéndolo», añade.
También en las Cinco Villas, en este caso en El Sabinar de Ejea de los Caballeros, Oscar Compaired abrió en 2004 su propia granja de engorde de avestruces en la que llegó a reunir unas 600. «No daba dinero. Los precios de la carne y de la piel bajaron mientras que los gastos se mantenían igual de elevados», recuerda. En su caso, la explotación permaneció abierta hasta 2010: «Yo vendía todo pero no al precio que quería, la piel pasó de costar 80 euros a 20, y cada avestruz, que pesaba unos 300 o 400 kg, daba un kilo y medio de carne», asegura Compaired.
Sin embargo, el ejeano afirma que el ‘boom’ de la cría de avestruz, relacionado con la aparición de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), más conocido como ‘mal de las vacas locas’, sí que influyó en el mercado.
«Es una carne con mucha fibra y nada de grasa, ideal para regímenes. Hubo gente que hizo mucho dinero».
En 1999 había unos mil ejemplares de avestruz en Aragón, hacia 2005 la cifra rondaba los 2.500 ejemplares. Hoy, ya no queda ninguna explotación que se dedique a la cría de esta ave.
En Aragón, diversidad de especies
Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura del Gobierno de Aragón, la comunidad autónoma posee más de 22.500 explotaciones agrarias. Las más extendidas son ovino, caprino, bóvidos y cerdos, que conforman el 80% de las granjas aragonesas, seguidas de las explotaciones de équidos, abejas y gallinas.
Más sorprendentes resultan las explotaciones menos numerosas, que, con la crisis, podrían estar condenadas a la desaparición, como ocurrió con las explotaciones de avestruces. Aragón cuenta con 43 explotaciones de caracoles, 24 de ocas, cuatro de ciervos, dos de visones, una de corzos, una de esturiones, una de zorro rojo e, incluso, una explotación de ranas, ahora en proceso de inactividad.