Investigadores del grupo Higiene y Seguridad Alimentaria (Hiseali) de la Universidad de Extremadura (UEX) han desarrollado esta metodología que, además de cuantificar la cantidad de patógenos en ocho horas, detecta sólo los organismos vivos gracias a la utilización de protocolos de PCR en tiempo real (siglas en inglés de Reacción en Cadena de la Polimerasa), utilizando ADN complementario obtenido a partir de ARN (ácido ribonucleico), tal y como detalla la universidad en nota de prensa.
Los métodos basados exclusivamente en la amplificación del ADN pueden dar falsos positivos porque detectan la bacteria tanto viva como muerta, puesto que el ADN no se degrada una vez muerto el microorganismo, de forma que la detección a través del ARN asegura una fiabilidad completa en el diagnóstico.
Según se precisa, E.coli es una bacteria que se encuentra normalmente en el intestino del ser humano y de los animales de sangre caliente. Un microorganismo, en general, inofensivo y necesario para la digestión y metabolismo de los alimentos. Sin embargo, algunas cepas como la O157:H7, también llamada “E. coli enterohemorrágica”, pueden producir toxinas peligrosas para la salud”, explica la investigadora Mar Rodríguez Jovita, perteneciente al grupo Hiseali. Incluso, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el serotipo “E. coli” O157:H7 es el más preocupante por su impacto en la salud pública.
Fuente : Agencia EFE