Las medidas de bioseguridad son imprescindibles contra la propagación de agentes infecciosos y, con más interés, en procesos emergentes como es el caso de la nueva variante de la Enfermedad Vírica Hemorrágica del conejo. Este compendio de medidas de bioseguridad está basado en un excelente trabajo de recopilación realizado por varios veterinarios pertenecientes al grupo NANTA y suscrito por muchos más al principio de la epidemia, en un intento de homogeneizar pautas preventivas. Analizaremos las medidas necesarias para una correcta bioseguridad interior y exterior.
BIOSEGURIDAD EXTERIOR
Conjunto de medidas que debemos tomar para prevenir la entrada del virus desde fuera de las instalaciones.
1. Restringir las visitas a la explotación. Sólo deben entrar al interior de la instalación las visitas estrictamente necesarias, y estas lo deben hacer equipadas con ropa de un solo uso o de uso exclusivo de la instalación.
2. En las granjas se deberá utilizar ropa y calzado específico para el trabajo y diferente del utilizado para casa o calle. En explotaciones con varias naves es necesario disponer de ropa diferenciada para cada una de ellas, aunque sean batas o monos de trabajo.
3. La entrada de vehículos debe limitarse al mínimo posible. No deben entrar vehículos de técnicos, mataderos ni recogida de cadáveres bajo ningún concepto. Se recomienda que los camiones de reparto de pienso no entren dentro de la instalación y descarguen fuera de la valla periférica.
4. Si deben entrar vehículos, se recomienda forzosamente la aplicación de virucidas en las ruedas y nebulizaciones mediante arco o mochila.
5. La carga de animales hacia el matadero debe hacerse lo más alejada posible y en ningún caso deben entrar las jaulas al interior de las instalaciones.
6. Control de roedores. Son uno de los reservorios más importantes dentro de las instalaciones. Contaminan la comida con sus manos y pies y distribuyen virus. El programa de control debe contemplar la posibilidad de roedores que se acerquen desde instalaciones cercanas. Una buena medida práctica es colocar un metro de piedras redondeadas de río alrededor de la nave, por la que a los roedores no les gusta pasar y asegurar que la pared tiene un metro de superficie deslizante, como puede ser una capa de pintura, donde no puedan agarrarse ni trepar por la pared. El uso de rejillas en ventiladores y aberturas es imprescindible.
7. La instalación de cuarentena es imprescindible para evitar que la entrada de animales foráneos pueda convertirse en un susto. Siempre deben comprarse en centros de sanidad contrastada y asegurarse de que llevan las vacunas antes de entrar en la nave de producción.
8. No compartir material ni equipos con otras explotaciones, ni realizar visitas sociales de cunicultores a las instalaciones.
9. La instalación debe disponer de un vallado en perfecto estado que no deje pasar animales silvestres y el entorno debe estar libre de maleza y basura.
BIOSEGURIDAD INTERNA
Conjunto de medidas que adoptaremos para prevenir la diseminación del virus en el interior de la explotación.
1. Instalar pediluvios suficientemente grandes en las entradas de las naves y locales para pisarlos por fuerza y mantenerlos en perfectas condiciones.
2. Control de insectos. Es imprescindible la elaboración de un protocolo para el control de insectos, identificando los puntos críticos y diseñando su tratamiento. Las moscas juegan un papel muy importante en la diseminación del virus, ya que este es de transmisión oro-fecal y las moscas están en contacto directo con la fuente de virus. La presencia de otros insectos también debe ser estrictamente controlada.
3. Hay que evitar la presencia de animales domésticos en la explotación, pues son reservorios y pueden eliminar virus hasta un mes después del problema fácilmente. Sobre todo, no debemos darles conejos muertos para comer.
4. Los cadáveres deben retirarse, como mínimo, una vez al día. Si hay un proceso vírico en la instalación, hasta dos y tres veces al día. El contenedor de cadáveres debe estar lo más alejado posible y debe fumigarse con insecticida y virucida cada día (sobre todo el día que viene el camión a recogerlos).
No debemos dejar los conejos muertos al inicio de la nave, ya que generalmente es por donde entra el aire y la dispersión del virus es grande. Hay que recogerlos al pasar con una carretilla o cubo.
5. Establecer un sistema de vacío sanitario como sistema de trabajo. Limpiar y desinfectar a conciencia cuando la nave quede vacía. El estiércol debe retirarse obligatoriamente en cada vacío sanitario.
6. El material para hacer el nido debe estar protegido del contacto con roedores, perros, gatos, pájaros y conejos silvestres o fugados de la granja. En caso de sospecha, desecharla inmediatamente.
7. No administrar forrajes ni otros que puedan haber sufrido el contagio desde conejos silvestres.
8. La desinfección ambiental debe ser diaria con productos de capacidad virucida.
9. En las entradas de aire se deben instalar tubos fluorescentes UV bactericidas-virucidas para sanitizar el aire que entra.
10. Hay que prestar atención especial a la desinfección de los nidales, uno de los focos de contagio y reservorios más importantes.
11. Lavarse las manos a conciencia después de revisar las bajas en las naves.
12. Organizar el trabajo de manera que se realice desde las zonas de menos riesgo hacia las de más riesgo.
13. Desinfectar periódicamente los paneles de refrigeración y estudiar su protección en invierno o incluso sacarlos.