El programa de control de los insectos, pieza clave para la bioseguridad, debe contemplar los medios de control a todos los niveles: controlando a las moscas adultas y controlando las larvas que crecen en nuestra granja. Del mismo modo hay que tener presente que un producto que hoy nos resulte sumamente eficaz puede dejar de serlo en cuestión de meses por la presencia de resistencias en las moscas.
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Limpiar las instalaciones regularmente. Cuando se retire el estiércol, guardalo lo más alejado posible de la granja. Cubrir el estiércol con una lona para ayudar a controlar las moscas o extenderlo directamente sobre los campos y labrarlos inmediatamente.
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Retirar cualquier alimento que se derrame en el suelo o la fosa y no tener restos de animales muertos en la instalación, poniéndolos en el contenedor de cadáveres si este es refrigerado o si han de acudir el camión a retirarlos. De lo contrario se recomienda comgelarlos los cadáveres hasta que venga el camión de recogida de cadáveres.
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Colocar mosquiteras o mosquera en las ventanas y accesos al exterior para mantener las moscas fuera. Poner atención a las salidas de las fosas que habitualmente no están bien cerradas y no sólo entran moscas, sino que también interfieren en la correcta ventilación de las naves.
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Se recomienda que los ventiladores soplen hacia abajo y hacia fuera de la granja (atención que nos llevamos más de una sorpresa al revisar los ventiladores).
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Colocar trampas pegajosas para moscas alrededor de las entradas de aire. Deséchalas y reemplázalas cuando la superficie pegajosa se cubra de moscas.
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Aplicar insecticidas residuales para moscas en las vigas, paredes y techos de la nave y de los almacenes. Para aumentar la eficacia es conveniente perder unos minutos uscando las áreas que muestren más actividad de moscas.
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Utilizar cebo con atrayente sexual para las moscas en los puntos clave de la instalación. Generalmente si se mezclan con espuma de cerveza aumentan su efectividad.
- Aplicar larvicida en el estiércol de forma periódica, siguiendo las instrucciones del fabricante. Hay que considerar que los animales siguen produciendo estiércol, por lo que el volumen de estiércol aumenta y es posible que se tenga que ir aplicando con una periodicidad diferente para cubrir estas diferencias de volumen. No olvidarse del estiércol si este se encuentra en el exterior y permanecerá mucho tiempo allí.
- Aplicaciones periódicas en el interior de la nave de insecticidas ambientales variando la frecuencia según el número de moscas adultas que se observan, pero nunca dejándolo de hacer si se observan pocas moscas adultas, pues luego se pueden descontrolar.
Dependiendo de la presencia de moscas y los riesgos asociados a la ubicación de la granja se planifican las campañas de prevención. Como medida general se aconsejan realizar las aplicaciones de larvicidas cada dos meses sobre las fosas a partir del mes de marzo y las aplicaciones ambientales una vez a la semana. Siempre ambas deben ser flexibles adaptándose a la realidad que en ese momento se aprecia en la granja. Para ello se recomienda incluir en las operaciones a realizar diariamente unos minutos a la observación de la presencia de moscas, como indicador de las aplicaciones ambientales con insecticidas.
Del mismo modo se recomienda trabajar con varios insecticidas, intercalando su uso entre ellos para evitar resistencias. Hay que prestar atención que sean insecticidas diferentes, NO marcas comerciales diferentes.
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