La mixomatosis es una de las pocas enfermedades en cunicultura de diagnóstico reservado, es decir, no tenemos ni la más remota idea de hacia adonde evolucionará. No son raros los casos de explosión cuando todo parece controlado o la desaparición de un brote cuando todos esperábamos lo peor.
Pero ¿por qué es en general una enfermedad insidiosa y con visos de cronificarse si no estamos muy encima?
Primero hay que atender cuales son los puntos críticos en la explotación que favorecen la expansión de la enfermedad:
- Humedad. La presencia de humedad en la granja debilita alos animales y presispone a ser afectdos por la enfermedad. ya sea de forma clínica o subclínica.
- Corrientes de aire. Disminuyen el nivel inmunitario de los animales alterando la respuesta inmune frente a virus.
- Presencia de telarañas. Ocasionalmente aún oímos que disminuye el nivel de moscas de la granja. Una excusa para no limpiar que ya no tiene justificación alguna. Son los grandes reservorios de la enfermedad a través de muchos años.
- Ubicación del estercolero. NO puede instalarse en la dirección de llegada del viento a la granja, pues arratra todos los virus del estiércol y nos lo devuelve a la instalación.
- Medicaciones continuas a las reproductoras, que interfieren en la respuesta inmune.
- Presencia de animales sospechosos o declarados esperando que llegue el camión del matadero. Un riesgo totalmente inasumible por sus repercusiones en el nivel de virus ambiental.
Una vez hemos detectado y corregido los puntos críticos es cuando hay que atacar la mixomatosis, pero aún así nos encontramos con una gran resistencia por parte del virus a abandonar la granja. ¿Por qué? ¿pero si hemos vacunado tropecientas veces? Esto es la vacuna que ya no funciona!.
Por desgracia no es tan sencillo, y todo radica en la naturaleza del propio virus. El virus de la mixomatosis es un virus inmunodepresor por naturaleza. Se multiplica en las células blancas de defensa, linfocitos y monocitos, disminuyendo la capacidad defensiva de los animales. Para entendernos actúa como si fuera un virus del SIDA pero adaptado al conejo. La consecuencia es que si tenemos un ambiente agresivo para los animales, la mixomatosis exarcebará sus efectos inmunodepresivos y entre ambos situarán a los animales entre las cuerdas.
No hemos de dar la culpa a la vacuna, si no al estado inmunitario de los animales que ha permitido o no desarrollarse la enfermedad.
Recomendamos la lectura del pdf aádido pues es muy clara al respecto.