La producción de pollos y pavos de engorde así como de otras aves se encuentra dispersada ampliamente en todo el mundo así como dentro de cada país, en ubicaciones muy separadas unas de otras. Por tanto la selección de la cama adecuada por parte de los avicultores depende del material disponible y su precio en cada zona.
Sin embargo el progresivo aumento de precios de los materiales para la cama está comportando la investigación y uso de materiales alternativos que no siempre son correctos. Hay pruebas de campo con mezclas de serrín o viruta con restos de yeso provenientes de desechos de construcción así como la utilización de diferentes plantas herbáceas-leñosas, pero en el mejor de los casos siempre igualan a la viruta de pino, mientras que su disponibilidad no es regular.
Generalmente se acepta que todo los materiales son buenos siempre y cuando se utilicen adecuadamente y en origen tengamos producto de calidad. Nunca se deben utilizar materiales de baja calidad, bastos, húmedos o con un aspecto enmohecido o desagradable.
La viruta de madera de calidad es el mejor material por su absorción, pero actualmente escasea mucho por el cierre de muchas fábricas de muebles. Es un buen aislante térmico y contiene poco polvo. Hay que vigilar su origen y actualmente su coste es elevado.
El serrín de madera es una buena opción que a menudo se mezcla con viruta o otros subproductos. Tiene generalmente demasiado polvo y cuando se humedece se compacta y le cuesta secarse.
Cascarilla de arroz. Se utiliza con gran volumen pues tiene un efecto más de aislante del suelo ya que retiene poco la humedad. Es un producto interesante que además los pollos se lo comen pero únicamente se encuentra en unas zonas concretas.
La paja, troceada o entera, aunque preferiblemente troceada en tamaño inferior a 5 cm retiene mal la humedad y hay que estar continuamente echando en la nave. Tiende a compactarse con la humedad y es muy frecuente la contaminación por hongos.
Otros productos que se utilizan en mayor o menor grado localmente son residuos de celulosa, cortezas de árbol y actualmente la arena, que se vuelve a utilizar. La utilización de cáscara de cacahuete es muy interesante técnicamente ya que tiene el mayor poder de absorción de humedad seguida por la viruta.
En pruebas hechas en el CITA para evaluar diferentes productos utilizados para las camas encontraron que los animales eligen diferentes materiales en función de la actividad o comportamiento a realizar, así, si tenían a disposición, preferían tumbarse a descansar sobre la viruta y en cambio optaban por la arena para realizar los “baños de arena”. Para picotear y escarbar preferían por contra las camas de cascarilla de arroz.
Hay que destacar que en el apartado de viruta de madera o serrín se debe vigilar que no proceda de maderas tóxicas como pueden ser algunas maderas exóticas o el cedro por ejemplo.
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