La granja avícola Huevos Velasco, ubicada en Villacastín (Segovia), ha firmado un acuerdo de colaboración con la entidad ‘Colectivo Azálvaro’, que tiene como fin la protección, conservación y divulgación de las aves carroñeras y sus hábitats. El acuerdo implica que Huevos Velasco donará todas las gallinas que mueran en sus explotaciones para convertirse en comida de aves necrófagas en muladares.
Debido a la prohibición de abandonar animales muertos en el campo como consecuencia de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), popularmente llamada “enfermedad de las vacas locas”, las aves carroñeras se quedaron sin gran parte de su alimento habitual. Esto modificó conjuntamente las costumbres de los ganaderos a la hora de deshacerse de los animales muertos y los hábitos de estas aves en cuanto a la búsqueda de alimento.
Para ayudar a la conservación de las aves carroñeras, el Colectivo Azálvaro ha creado el sistema Autogestión de la Red de Comederos de Aves Necrófagas (ARCAN) con el fin de gestionar la deposición de cadáveres en muladares, ofreciendo alimento extra a especies como el milano real o el buitre negro. Sus servicios cumplen de forma estricta toda la normativa en vigor y su precio es inferior al de las empresas encargadas de la recogida de cadáveres de animales para su traslado a plantas de incineración.
Huevos Velasco contribuirá con unos 400 kilos de gallinas muertas a la semana. Para esta granja segoviana, la decisión se ha tomado en base a la sostenibilidad medioambiental, preferible a “pagar a empresas para la retirada de las bajas y su posterior traslado a una planta de incineración”, según palabras de Jesús Velasco, actual gerente de Avícola Velasco SL. Además, la colaboración con el Colectivo Azálvaro supone una reducción de las emisiones de CO2 resultantes de la incineración habitual de los cadáveres.