La opinión científica elaborada por la EFSA, bajo solicitud de la Comisión Técnica de Salud y Bienestar Animal de la Comisión Europea, señala que los sistemas de baja presión atmosférica (LAPS) para el aturdimiento de aves antes del sacrificio no conduce a la inconsciencia y la muerte de los animales sin causarles dolor y sufrimiento, tal y como se inducen con los sistemas de aturdido autorizados reconocidos dentro del Reglamento (CE) nº 1099/2009.