Por el momento los ministros de Energía de la UE han sido incapaces de acordar el nivel de limitación de los biocombustibles. Tras su fomento como alternativa sostenible a las energías fósiles, el mercado de alimentos ha sufrido una fuerte oscilación por la especulación que ha generado la posibilidad de destinar cultivos a la producción de biocombustibles.
Si bien en un principio estaba el objetivo de un 10% de uso sobre el total de combustibles para el 2020, la situación alimentaria ha obligado a replantearse las estrategias de reducción de dependencia del petróleo. En este sentido se ha planteado una reducción al 5%, pero las opiniones sobre si este objetivo es demasiado bajo u alto enfrentan a los distintos Ministros de Energía de la UE.