Aún hoy en día se plantea la cuestión: inseminación artificial, sí o no. Ya no es un tema recurrente, pero aún se pueden dar determinadas circunstancias que lo provoquen: problemas continuos con los resultados reproductivos, granjas pequeñas o complementarias, o, aunque poco frecuente, granjas con resultados espectaculares en monta (fertilidades superiores al 93% de media anual como hace poco me he encontrado).
Evidentemente el elenco de pruebas a favor de la inseminación son abrumadoras, pero no por ello cuando te enfrentas a resultados extraordinarios tienen toda la validez que uno piensa. En definitiva, estamos hablando de diferentes técnicas de manejo, pero si uno es ingenioso, el resto de manejo se puede realizar de la misma forma. Cubrir con monta natural cada tres semanas a un ritmo de 40 conejas por hora y con promedios del 93%, ¿qué le contamos que aporte de nuevo y mejor con la inseminación?
De forma general, las ventajas de la Inseminación Artificial las podemos resumir en los siguientes puntos:
- Se necesitan menos machos en la IA que en la MN. Por tanto, disminuye el coste de compra, alimentación y alojamiento de ellos.
- Si sacamos los machos, disponemos de más jaulas para ubicar reproductoras (un 10% de aumento de reproductoras disponibles)
- El semen se puede controlar mejor si depositamos nuestra confianza en un centro adecuado y si los tenemos en la propia instalación el control se realiza sobre un menor número de animales por lo que este puede ser más a conciencia.
- La planificación del manejo es mucho más sencilla y permite la creación de vacíos sanitarios donde poder limpiar y desinfectar a conciencia, rompiendo la transmisión de enfermedades entre diferentes edades. La creación de bandas más grandes y sobre todo la posibilidad de hacer manejos en banda única, una gran mejora en todos los aspectos sanitarios.
- Uno de los factores de riesgo en la transmisión de enfermedades era la visita que hacían las hembras reproductoras a la jaula del macho.
- Mejora de la calidad genética de los machos utilizados, ya que en los centros de inseminación tienen la posibilidad de conseguir mejor calidad genética de la que llega a las granjas habitualmente.
Por contra, los inconvenientes de la Inseminación Artificial también existen:
- Aprendizaje para realizar la inseminación. No es conveniente que intervengan cunicultores inexpertos o de temperamento nervioso.
- Se ha de ser metódico en todo el proceso que concierne a la inseminación.
- Utilización de productos hormonales para garantizar el celo y la ovulación, ya que las conejas son de ovulación inducida.
- Aumento del costo económico por aplicación, a pesar de que en la monta no se tiene en cuenta la mano de obra.
- Creación de bandas mucho más grandes que pueden comportar riesgos económicos en caso de fallos reproductivos graves.