A pesar de todo, con la Inseminación Artificial también podemos tener problemas reproductivos. ¿Por qué?
En la práctica, el cunicultor siempre ha estado en constante equilibrio con los factores ambientales, nutricionales y sanitarios para obtener una adecuada y regular acción reproductiva en las instalaciones cunícolas que se manifestaban en falta de aceptación de macho o receptividad, fallos en gestación, prolificidades bajas… que generaban un elevado desgaste personal en tiempo ocupado y estabilidad emocional (por decirlo de alguna forma).
Estos son unos de los motivos, juntamente con la reorganización del manejo en bandas más grandes, por el que la técnica tuvo una amplia y rápida difusión.
Sin embargo las problemáticas reproductivas han aparecido con otros formatos. Ahora ya no hay que estar todo el día para cubrir 20 conejas, sino que la prolificidad ha caído en un lote de forma puntual, o hemos obtenidos “ceros” o aumentan las patologías de forma sutil.
¿A qué se debe todo ello?
Muchos son los factores, pero en su mayor parte hay un conjunto de ellos en los que el manejo forma parte importante de las causas. Básicamente porque estamos hablando de una técnica de manejo, donde la importancia del transporte, aplicador y de la manipulación posterior es básica.
Principales causas de problemas reproductivos detectados en inseminación:
- Semen muerto por choque térmico, ya sea por exceso de calor o exceso de frío.
- Semen muerto por excesivo tiempo transcurrido desde su elaboración
- Falta de viabilidad espermática por exceso de espermatozoides por dosis (muy frecuente en elaboración propia que transcurre demasiado tiempo entre la obtención y la aplicación)
- Fallo de la hormona. Las hormonas reproductivas de aplicación postinseminación son generalmente “frágiles” y deben manipularse con especial atención, protegiéndolas de la luz solar.
- Hormona vieja. Reutilización de frascos abiertos varias semanas antes.
- Aplicación de la dosis seminal en un estado de irritación. Si, aunque no lo parezca, las conejas detectan si el manipulador o inseminador han tenido problemas familiares… y responden fallando en la fertilidad.
- Falta de agua o comida en el periodo pre-inseminación y hasta siete días post-inseminación.
- Reutilización de cánulas o envases no limpios o que han quedado restos de los productos utilizados para su limpieza.
- Manipulación de las reproductoras en el periodo de hasta siete días post-inseminación.
- Administración de antibióticos a dosis altas en el periodo alrededor de la inseminación.
- Factores ambientales adversos: tormentas, frío intenso, etc en el periodo post-inseminación (aunque en ocasiones ha sido al revés…)
- Problemas sanitarios (EEC, mixomatosis, pasteurelosis, sarna, etc)..
Hay un gran grupo heterogéneo de causa que podríamos encuadrar en “problemas de rutina”, en el que la excesiva confianza de hacerlo siempre provoca que se cometan despistes que acaben en el consabido “siempre lo hago así”, pero que la realidad es que ha tenido suerte hasta ese momento y no que el problema haya aparecido de repente.
La reproducción es una función de lujo para los animales y la inseminación hemos de tener en cuenta que siempre es un equilibrio y que el resultado dependerá de lo bien que mantengamos ese equilibrio.