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Calefacción en cunicultura

La calefacción es uno de los equipamientos menos frecuentes en las granjas cunícolas y por el contrario uno de los que más rápido se amortiza ya que disminuye significativamente los costes de alimentación en épocas frías y aumenta el confort de los animales, disminuyendo los problemas sanitarios.

El objetivo de la calefacción en instalaciones cunícolas no es otro que el de proporcionar el calor necesario a la instalación para mantener la temperatura deseada en su interior cuando disminuye en invierno, cuando el balance térmico es negativo. Es decir, se nos pierde temperatura en el local.

¿Cuándo es deseable aportar temperatura suplementaria en la instalación mediante un sistema de calefacción?

 

Cuando la temperatura ambiental disminuye por debajo de los 18ºC el consumo de pienso empieza a aumentar debido a la necesidad del organismo de regular la temperatura. Este aumento de consumo de pienso puede llegar fácilmente al 50% más de los que comería en condiciones ambientales adecuadas, revirtiendo en un coste alimenticio muy importante. Hay que tener en cuenta que la energía calorífica generada a base de pienso para mantener el organismo en la temperatura adecuada es la más cara de todas las fuentes de calor, además de generar riesgos de desorden digestivo por el volumen de comida extra ingerida, con el crecimiento de flora patógena y la mortalidad asociada.

A menudo se comenta que así los animales crecen más rápido, pero el riesgo sanitario es demasiado elevado y a menudo encontramos un aumento de saldos al momento de la venta.

 

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