En la actualidad la salmonelosis y la campilobacteriosis son las zoonosis emergentes de mayor prevalencia en países desarrollados.
En algunos de los países desarrollados, los problemas de salmonelosis han aumentado hasta 20 veces en las últimas décadas, y a pesar de existir ejemplos de control en muchos países, la propagación de Salmonella enterica y Campilobacter jejuni van en claro aumento.
En una amplia variedad de especies animales, Salmonella Enteritidis causa infección intestinal sin signos clínicos aparentes, especialmente en aves, donde se aprecian infecciones en los ovarios de gallinas que aparentemente se ven sanas y contaminan los huevos antes de que el cascarón sea formado.
La campilobacteriosis se está viendo que es aún más frecuente que la salmonelosis y se calcula que es la enfermedad entérica bacteriana más común en los países desarrollados, diagnosticándose más frecuentemente que Salmonella spp y Shigella spp en procesos entéricos agudos.
Las fuentes de estas infecciónes se relacionan generalmente con alimento de origen animal, principalmente los productos avícolas y cuando no se ha realizado una cocción suficiente, aunque el número de casos procedentes de otros productos alimentarios está creciendo.
El principal problema que nos encontramos es la difícil detección en animales aparentemente sanos que diseminan la infección y que conlleva el riesgo de contaminación posterior de los manipuladores.
El principal problema para el diagnóstico y control es que ambas bacterias: Salmonella y Campylobacter, son habitantes del intestino de las aves y si no se realizan análisis finos pueden pasar desapercibidos por el bajo crecimiento que presentan. Sobretodo es evidente en Campylobacter ya que es difícil por su extremadamente lento crecimiento y se confunde fácilmente con bacterias del género Arcobacter. Por ello se aconseja actualemente realizar las técnicas diagnósticas en alimentos mediante PCR que permiten tener resultados fiables en menos de dos dias.
Campylobacter es actualmente la causa más importante de procesos diarreicos en humanos de EEUU y se asocia principalmente al consumo o manipulación de carne de ave cruda, principalmente de pollo y pavo. También se han diagnosticado casos derivados del consumo de leche cruda contaminada o de la tabla de cortar por haberla utilizado anteriormente con carne de ave.