El cobre es el único metal certificado por la EPA (Agencia de Protección Medioambiental de los Estados Unidos) como agente bactericida, reconociendo de esta forma su capacidad de reduir las poblaciones de bacterias patógenas.
Entre ellas:
- Staphylococcus aureus
- Enterobacter aerogenes
- Escherichia coli
- Pseudomonas aeruginosa
- Methicillin-resistant Staphylococcus aureus (MRSA)
Debido a ello se ha realizado un estudio elaborado por la Universidad de Vic en el que demuestran su efecto antimicrobiano superior al resto de materiales que abre las puertas a su uso en superficies de contacto como son las manecillas de las puertas por ejemplo.
Además, según la literatura científica el cobre también ejerce un efecto inhibidor frente a hongos y otro tipo de microorganismos.
- Hongos: el cobre desactiva y evita el crecimiento de una gran variedad de agentes patógenos: actinomucor elegans, aspergillus niger, penicillium chrysogenum, rhizopus niveus, etc.
- Bacterias: campylobacter jejuni, proteus, e. coli, staphylococcus aureus, streptococcus grupo d, pseudonomas aeuruginosa, bacterium linens, bacillus megaterium, bacillus subtilis, brevibacterium erytrhrogenes, tubercle bacillus, achomobacter fischeri, photobacterium phosphoreum.
- Levaduras: candida utilis, candida, albicans, saccharomyces mandshuricus, saccharomyces cerevisiae, torulopsis utilis, paramecium caudatum.
- Virus: polivirus y rotavirus.