El gobierno tailandés quiere convertir su país en la “cocina del mundo”. En esta tesis ha apostado por el desarrollo de su industria avícola. Así, el país ha visto un crecimiento sostenido que superó los 1,3 M de toneladas producidas en 2012. Sin embargo, las consecuencias de la Influenza Aviar dejaron a la industria devastada.
Según un informe de Ipsos Business Consulting, la industria avícola tailandesa tiende a una estructura más tecnificada e integrada verticalmente. El tamaño medio de las explotaciones es de unas 37.000 aves, un 66% mayor que en 2008. Las granjas integradas representan el 77% de la producción y los 5 principales operadores son responsables del 75% de las exportaciones, que antes de la epidemia de gripe aviar eran la principal entrada de pollo en Japón y la UE.
La actual política del Gobierno se focaliza en los grandes operadores por su mayor eficiencia productiva, lo que es probable redunde en menores oportunidades para los pequeños productores.