En un esfuerzo de optimizar resultados con la correcta distribución de recursos, la FDA ha establecido una guía para su personal de campo que persigue al reducir al mínimo el riesgo de muertes por Salmonella, tanto en sanidad animal como humana.
La guía pretende atacar el problema de raíz actuando desde el principio, con la gestión de la detección de Salmonella en los alimentos para animales, ya sean para animales de cebo o mascotas. Así, se vigilarán especialmente aquellos alimentos que antes de suministrarse a la especie destino no pasen un tratamiento capaz de eliminar la bacteria.
Se pone especial hincapié en vigilar la presencia de aquellas cepas con patogeneicidad demostrada para la especie destino (como Salmonella choleraesuis en el caso del porcino). Y se establece un nivel de tolerancia cero para los alimentos destinados a mascotas, por el riesgo que entrañan al poder entrar en contacto con personas de riesgo (ancianos y niños).