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Salmonella, una bacteria “superbacteria”

Salmonella es una bacteria que presenta un largo historial de resistencias a antibióticos que se van ampliando con el tiempo.

Los mecanismos básicos con los que adquiere las resistencias son dos, mutación y adquisición genética del exterior. La mutación es el término más empleado para describir la presencia de nuevas resistencias, pero no son el método habitual de por el que las adquieren. No es tan frecuente ni tan sencilla esta vía.

El sistema más frecuente es el de adquirir material genético del exterior, del cual las enterobacterias como Salmonella son altamente especializadas. Básicamente puede ser por tres vías diferentes:

  1. Transducción. Cuando un virus bacteriano o bacteriófago actua como vector del ADN.
  2. Conjugación. Cuando dos bacterias se ponen en contacto y intercambian ADN.
  3. Transformación. Cuando la bacteria capta ADN liberado por otra bacteria que habitualmente ha sido destruida.

Recientemente se ha reportado nuevas resistencias, una de las cuales afecta a los antibióticos aminoglucósidos. Según los estudios presentados el gen que confiere la resistencia (RmtC), proviene de las bacterias que de forma natural producen los aminoglucósidos y que necesitan por tanto defenderse del antibiótico que fabricaban para evitar su muerte.

Por si no fuera suficiente, hay que añadir que a diferencia de otras bacterias, los tratamientos ácidos que se utilizan en la industria alimentaria para controlar el crecimiento bacteriano, como ácido cítrico, láctico y acético, desarrolla una respuesta de protección cruzada en Salmonella que hace que su termorresistencia aumente al menos dos veces, y por tanto disminuye la eficacia de los tratamientós térmicos de los alimentos.

Uno de los mecanismos involucrados en la creación de las resistencias es la facilidad que tiene Salmonella para captar del ambiente factores agresivos y promover la formación de biofilm que proteja la bacteria de su entorno. La Universidad Pública de Navarra (UPNA), ha presentado recientemente un trabajo que puede ayudar en este aspecto al identificar los diferentes genes que posee la bacteria para captar estos factores de agresión y así poder diseñar nuevas estrategias más eficaces para evitar la formación de biofilm y así afrontar mejor los potenciales daños que produce tanto en el ámbito clínico, alimentario y industrial.

más información en el excelente trabajo a descargar en PDF.

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