La salmonelosis, enfermedad producida por diferentes especies y cepas de Salmonella, es actualmente uno de los principales problemas sanitarios alimentarios en salud humana causado por la transmisión a través de los alimentos y por contacto con animales portadores en España y la Unión Europea, y por ello la legislación le ha dedicado un grueso de normativas específicas para su vigilancia y control. Se calcula que cerca de 100 millones de personas se infectan en todo el mundo anualmente.
Salmonella son bacterias G- móviles de distribución universal zoonósica que se transmite básicamente por contacto directo o contaminación cruzada durante la manipulación de los alimentos ya sea en industrias o en los hogares. El contacto directo con animales portadores asintomáticos tiene una gran importancia, ya que cada vez hay más mascotas que pueden transmitir la enfermedad (tortugas, reptiles en general, aves) en los hogares.
Habitualmente se considera que el consumo de carne cruda de ave o los huevos, así como una manipulación incorrecta de ellos son el principal causante de las toxiinfecciones alimentarias, pero la realidad es mucho más amplia. Las investigaciones epidemiológicas actuales indican que las frutas y verduras deben considerarse también como vectores de transmisión de la Salmonella.
En Abril, el CDC americano (Centers for Disease Control and Prevention) reportaban 73 personas afectadas por consumo de pepino Mejicano contaminado por Salmonella de las cuales 14 de ellas tuvieron que ser hospitalizadas por la gravedad de cuadro. Después de numerosos estudios no consiguieron conocer donde se encontraba el origen de la infección, pues los pepinos alojados en la agencia importadora no estaban contaminados.
Del mismo modo en mayo, después de un riguroso estudio epidemiológico, se refirió a un “chorizo” consumido en un restaurante de Las Vegas como el causante de un brote que afectó a unas 300 personas. Sin embargo en el estudio se precisa que el contagio del “chorizo” tuvo lugar en el restaurante pero afirman que se desconoce el modo que la bacteria entró en contacto con el restaurante y contaminó la comida. Una caso parecido ocurrió también en abril del año pasado con 27.000 toneladas de atún crudo que estaba destinado a consumir en productos como sushi y sashimi. Hay asimismo muchos brotes que se desconoce el vehículo de contagio, como el caso actual de Colima, México con unos 200 intoxicados en una cena de 1500 comensales, pero que apuntan directamente a la manipulación de la comida.
En los últimos brotes descritos en Europa y América, el contagio debido al contacto con animales vivos están aumentando de forma exponencial como factor de riesgo. El contacto con animales silvestres y con mascotas ha aumentado y, del mismo modo que en muchos hogares se ha implantado la norma de lavarse las manos después de manipular huevos y carne cruda, aún no es de conocimiento público que el contacto con aves de corral, animales silvestres y mascotas puedan ser foco de transmisión y se deba lavar las manos después de tener contacto con ellos, aunque aparentemente no muestren síntomas de padecer la enfermedad.
En el último brote descrito en USA el 66% de los afectados por manipular animales vivos son niños menores de 10 años a los que se compró las aves de corral en una cadena de almacenes. Estos animales provenían de un criadero que utiliza numerosos proveedores para obtener huevos y polluelos, por lo que es totalmente imposible dejar claro donde se originó la contaminación. Asimismo también hay descritos brotes epidémicos relacionados con la presencia de ranas como mascotas en USA en un estudio presentado recientemente con 376 casos descritos en el periodo 2008-2011, un número muy considerable de casos teniendo en cuenta que no hablamos de un animal que muy frecuentemente se utilize como mascota.