En Avicultura de puesta o de carne, para conseguir un bienestar animal adecuado, necesitamos proporcionar a los animales la temperatura adecuada que, en el caso de los pollos broilers es diferente a cada edad.
Cuando conseguimos esta temperatura óptima para cada fase: los resultados económicos son óptimos, pero esto puede conllevar que el coste en calefacción y refrigeración sea tan elevado que la rentabilidad se reduzca drásticamente.
Con una temperatura ambiental adecuada obtenemos animales óptimos pero el coste que conlleva puede hacer caer la rentabilidad final. Una nave bien aislada es el primer paso para ahorrar.
Por ese motivo los aislamientos son la base de una explotación rentable, para que no se nos vaya el dinero por las ventanas, paredes, techos y otras fugas que no conocemos.
Sin embargo hay que tener en cuenta que el aislamiento térmico puede perder con el paso del tiempo por muchos motivos:
- propia pérdida de calidad aislante,
- falta de estanqueidad que nos estropee el aislante,
- presencia de roedores, pájaros, insectos, etc que destruyan activamente el material aislante
Si se tienen sospechas al respecto sería conveniente realizar estudios termográficos que detecten las fugas de la nave en concreto y así poder tomar las decisiones adecuadas.
El aislamiento térmico de una nave es un concepto muy sencillo: aislar térmicamente una superficie de una nave para reducir la pérdida de temperatura hacia el exterior o para evitar la entrada del calor desde el exterior hacia el interior de la nave mediante el uso de materiales que confieran estas características.
Evidentemente el primer objetivo es el económico, reducir los costes de climatización de la nave. Pero también hemos de tener en cuenta que nos permite proteger a los animales de agresiones externas estresantes y además ayudamos a preservar el medio ambiente (disminución de la contaminación ambiental y de generación de CO2).
En las gallinas de puesta el consumo energético para mantener la temperatura es importante en verano para evitar el estrés calórico, mientras que en el resto del año tiene una importancia menor. Si la temperatura aumenta demasiado en la época estival nos podemos encontrar con el riesgo de mortalidad de las aves, con el consecuente perjuicio económico. El aislamiento térmico del techo y de las paredes combinada permite que una buena ventilación trabaje a menos potencia.
En las gallinas de puesta el consumo energético para mantener la temperatura es importante en verano para evitar el estrés calórico
En producción de carne las condiciones de temperatura son mucho más importantes en el bienestar de los animales y su rendimiento, teniendo que controlar tanto la calefacción como la refrigeración y el aislamiento conlleva un ahorro mucho más importante que en la puesta ya que es necesario durante todo el año.
El aislamiento de las naves es una necesidad perfectamente justificada y asumible por:
- ahorro de energía. Una nave bien aislada nos permitirá reducir las pérdidas de calor en tiempo frío y las ganancias de calor en época calurosa, así como permitir optimizar el rendimiento de los equipos de control ambiental de las instalaciones.
- Confort del animal. Al reducir las inclemencias meteorológicas que nos afectan a los animales podemos estabilizar la producción y favorecemos la producción.
- Suprimir los problemas de condensación en la nave y poder evitar las humedades.
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