En los últimos 20 años, la industria de producción de pavos ha crecido constantemente en los países desarrollados, siendo Israel, Estados Unidos y Canadá los principales consumidores. En España el interés por la carne de pavo es limitado, sin embargo, la producción está aumentando gracias a su utilización como alternativa al porcino en productos elaborados y al auge del despiece y de productos fileteados y deshuesados.
Teniéndose en cuenta las diferencias entre la anatomía y la fisiología de los distintos órganos y tejidos entre pavos y pollos, se observa que la carne de pavo contiene más proteína y más aminoácidos que la carne de pollo y su contenido en grasa y en colesterol es inferior.
Por otra parte, es necesario hacer un manejo y un programa de alimentación mas esmerado en pavos que en pollos, ya que se observa una mayor dificultad de adaptación al medio ambiente por parte de los pavos en los primeros días de vida, y también una tendencia al canibalismo.