Micotoxinas en cunicultura: efectos en la producción y fundamentos para minimizar su impacto

Publicado el 04/15 | por agrinews | CONEJOS, Nutrición

Las materias primas y los piensos destinados a la alimentación animal pueden ser objeto de contaminaciones microbianas y fúngicas que se desarrollan en unas condiciones de temperatura y humedad determinadas.

Cuando los microorganismos que se desarrollan son de origen fúngico, éstos pueden desarrollar la formación de unos metabolitos secundarios que pueden presentar toxicidad en los animales que los ingieren.

El efecto tóxico se deberá a la toxicidad de la molécula, las condiciones donde se ha conservado la materia prima o pienso que han permitido el desarrollo del hongo y la cantidad de ella que ha sido ingerida por el conejo

¿Por qué se producen las micotoxinas?

Las micotoxinas son metabolitos que producen los hongos filamentosos (moho) en crecimiento sobre sus sustratos (alimento como puede ser el grano, heno, etc) y que tienen la función de proteger su alimento de otros microorganismos competidores.

Por ese motivo unos son tóxicos y otros no sobre los animales que los ingieren al alimentarse del sustrato contaminado.

Se han descrito entre 300 y 400 compuestos de los que actualmente sólo 30 se les relaciona con propiedades tóxicas importantes en ganadería. A menudo se infravalora su importancia, debido entre otros a las medidas preventivas que los fabricantes de pienso utilizan.

“Solo 30 compuestos de micotoxinas se han descrito como tóxicos en ganadería”

Sin embargo, en un estudio presentado por Nutriad hace apenas un año cerca del 86% de las muestras remitidas dieron positivo a Zearalenona y el
82% a DON (vomitoxina), mientras que casi un 40% lo fueron a Aflatoxinas.

Estos índices en los muestreos de materias primas indican que no es un problema aislado, sino que va en aumento.
Cada vez interfieren más en las producciones ganaderas, donde hasta ahora se han descrito algunos casos claros.

tabla1

Tabla 1. Principales micotoxinas que afectan al conejo y sus hongos productores

Por su condición de metabolito secundario derivado de la síntesis de los ácidos grasos su localización habitual en los conejos es en el hígado y riñones, aunque en intoxicaciones graves se pueden acumular incluso en la musculatura.

La presencia de micotoxinas en el alimento destinado a conejos no implica en ningún modo que afecte a los animales, sino que es necesario que coincidan varios factores simultaneamente para que el proceso les afecte.

El gran problema es el desconocimiento en numerosos casos de la presencia de varias micotoxinas debido a que únicamente se analiza un número reducido de ellas y presentan un efecto sinérgico en su toxicidad o incluso la presencia de toxinas enmascaradas que dificulta su detección.

“En conejos encontramos los metabolitos tóxicos en hígado, riñones y musculatura“

Factores que afectan a la gravedad del proceso

  • Biodisponibilidad de la micotoxina. Si ésta se encuentra libre o está amarrada por un secuestrante, el proceso será muy diferente.
  • Toxicidad de la micotoxina. Hay micotoxinas con un potencial tóxico menor que necesitan más cantidad de micotoxina o la coincidencia de otros factores para que su efecto sea grave.
  • Sinergia entre micotoxinas. Si coinciden varias micotoxinas al mismo tiempo su efecto se potencia sobre el organismo.
  • Cantidad ingerida. Es evidente que ingestas elevadas de micotoxinas son más tóxicas.
  • Duración de la ingesta. Si los animales están expuestos a la ingesta continuada de ellas el proceso acaba apareciendo por acumulación en los órganos sensibles.
  • Estado de los animales. Si los animales se encuentran en un óptimo estado sanitario y de alimentación los efectos son menores.
  • Manejo de los animales. Muy importante en cunicultura donde destetes precoces afectan a los gazapos, sobretodo a final de periodo de cebo o en maternidad cuando hay destetes muy tardíos en que la coneja está ingiriendo grandes cantidades de alimento para mantener la producción lechera.

Efectos clínicos de las micotoxinas

No es habitual diagnosticar a nivel de campo procesos de intoxicación por micotoxinas y ello es debido a 4 causas:

  1. Profundo desconocimiento de la clínica del proceso.
  2. Asignación a proceso sufrido por los animales a cualquier otra causa debido a la facilidad de cargarle la culpa a otra bacteria.
  3. Medidas de control habituales en los piensos que utilizan generalmente adsorventes de micotoxinas en los piensos compuestos.
  4. Inclusión relativamente baja de materias primeras con elevado índice de riesgo por contaminación fúngica.

aflatoxinas

Tabla 2. Micotoxinas más habituales en cunicultura

Por contra en algunos de los casos más claros que he diagnosticado las sospechas han recaído en la poca bioseguridad aplicada en las granjas.

bolasLos silos pueden estar durante más de 3 meses sin la correcta limpieza y desinfección, originándose el problema en el propio silo de la granja.

A nivel general los efectos más relevantes en cunicultura es su afectación negativa sobre el estado inmunitario haciendo más susceptible a las infecciones a los conejos y reduciendo la respuesta vacunal de los animales.

Sin duda es una de las causas que influyen en la aparente falta de inmunidad o capacidad inmunizante de vacunaciones que se esperaba al vacunar las conejas reproductoras.

Esto se debe a que dosis elevadas o continuas de micotoxinas suprimen la expresión de las citokinas.

Las citokinas son las moléculas que intervienen en la transmisión de información entre células del organismo, entre sus funciones está la activación de las inmunoglobulinas.

Esto causa desordenes intestinales debido al aumento de la permeabilidad de la membrana favoreciendo el paso de las bacterias y las posteriores infecciones bacterianas que tienen lugar.

Cómo prevenir la micotoxicosis

Una vez tenemos el alimento contaminado por un crecimiento de moho, aunque eliminemos el moho causante no solucionamos el problema.

Lo que hacemos entonces es frenarlo, pero las micotoxinas ya estan ahí y permanecen en la materia primera.
Si la contaminación tiene lugar en nuestro silo, la solución es costosa pero immediata.

Destruir el pienso o paja (la paja del nido es una fuente frecuente de micotoxinas que afecta a las reproductoras en el momento del parto provocando abortos tempranos o partos con elevadas incidencias de gazapos nacidos muertos) y adquirir otra de nueva.

La paja es importante que sea blanca y sin signos de haberse humedecido en el campo.

Si la ubicación en la instalación es en el suelo, es conveniente desechar de forma rutinaria la zona que esté en contacto con el suelo y paredes.

Si el problema es el silo, hay que proceder a vaciar totalmente el silo, limpiarlo y desinfectarlo, pasando a continuación a revisar toda la superficie del silo buscando los poros por donde pueda entrar el agua o la humedad y que es uno de los orígenes del problema.

En cuanto al pienso los métodos de prevención dependen básicamente de la instauración de unos códigos de buenas prácticas tanto en la cosecha como en el almacenamiento de las materias primas en la fábrica.

Generalmente tienen un coste elevado y aunque se realizan no siempre lo son de la forma adecuada.

La paja para las camas debe ser blanca y sin signos de haberse humedecido en el campo

Los agricultores españoles pueden realizar adecuadamente las medidas de control adecuadas, pero es imposible de predecir qué traerá un barco que proviene de la otra parte del mundo donde las regulaciones al respecto brillan por su ausencia.

Por ese motivo los fabricantes de pienso a menudo incorporan adsorbentes de micotoxinas que inmovilizan la toxina en cuestión, pero no siempre es suficiente.

Actualmente los productos más modernos combinan los adsorventes con antioxidantes que combaten los efectos causados por las micotoxinas:

  • Adsorción. Son agentes adsorbentes que captan las toxinas y las acompañan hasta su eliminación en las heces. Son desde arcillas, paredes de levaduras, fibras hasta bacterias.
  • Degradación. Son sustancias que se unen a las toxinas y las degradan a productos menos tóxicos (Bacterias, hongos y enzimas).
  • Soporte a los órganos afectados. Estimular para recuperar o matener la integridad de la mucosa mediante la presencia de butírico en el intestino.
  • Reducción de la inmunosupresión. Aportar arginina y estimular el crecimiento de bacterias con la fibra que activen la producción de inmunoglobulinas de las celulas de defensa del sistema inmunitario y aditivos nutricionales como los FOS o MOS que son capaces de mantener la inmunomodulación.
  • Prevención del estrés oxidativo. Generalmente vehiculados a través de extractos de plantas y aceites esenciales

El uso de aditivos diseñados específicamente para combatir las micotoxinas tienen un coste evidente en el valor del pienso fabricado, y por ello es necesario que ese coste sea rentable.

Apostar por gamas económicas a corto plazo pueden derivar en problemas crónicos, por lo que siempre es preferible equipar a los piensos con todas las medidas posibles de prevención y mediante análisis seriados comprobar la situación actual, aumentando o disminuyendo la inclusión de ellos según sea necesario siempre teniendo en cuenta que las analíticas habitualmente son lentas y costosas y hay que trabajar siempre avanzándose a las posibles problemáticas.

Por otro lado es imprescindible adoptar un programa eficiente de control en la propia granja y evitar que el pienso quede en el silo durante periodos largos de tiempo.

completa_cuninews_figan_201528

 

Etiquetas:

es el autor de este artículo.
Sus artículos