La inmunosupresión existe y está muy presente

Publicado el 04/15 | por agrinews | Patología, POLLOS

Por Javier Turrubia Díaz, Director Técnico Avicultura, Merial Laboratorios 

A vueltas con la inmunosupresión: Aunque se ha hablado muy repetidamente de la inmunosupresión y a veces parece una palabra mágica a la que se recurre cuando uno no sabe con exactitud la causa de una enfermedad o síndrome… pero la inmunosupresión -IS- existe realmente y está muy presente.

La inmunosupresión (IS) puede definirse como “un estado de disfunción de la respuesta inmunitaria resultante de una agresión al sistema inmunitario, que llevará a un incremento en la sensibilidad a las enfermedades”

Como ya se ha dicho, con IS, la respuesta inmunitaria a un antígeno es deficiente, por lo que además, habrá una reducción en la respuesta a las vacunaciones. La IS puede ser parcial o total, transitoria o permanente, asociada con uno o con varios antígenos específicos -y tal como ocurre con la tolerancia- puede ser causada o influida por una serie de factores (genéticos, físicos, químicos y biológicos infecciosos) que actúen directa o indirectamente sobre el sistema inmunitario.

De los factores biológicos infecciosos, se pueden destacar los que tienen acción principal sobre células del sistema inmunitario como leucosis y reticuloendoteliosis -que actualmente no parecen tener mucha importancia-, el virus de anemia infecciosa -que tras los recientes episodios, parece estar bien controlada- y en menor medida, REO y Adenovirus.

Pero sobre todo dos virus que están constantemente presentes en las explotaciones avícolas como son los causantes de las enfermedades de Gumboro y Marek.

Curiosamente y a pesar de que estos dos virus son ubicuos, la incidencia de brotes agudos en los últimos años parece haber disminuido enormemente, al menos en comparación a lo que ocurría hace 5 o 10 años. Sin embargo, siguen estando presentes y causan IS.

El virus de la Enfermedad de Gumboro

Como se ha repetido innumerables veces, el virus causa una enfermedad infecciosa altamente contagiosa que puede causar una elevada mortalidad en aves susceptibles, cuando se presenta en forma clínica aguda.

linfocitoSin embargo, los efectos del virus son casi más importantes cuando causa una forma subclínica, puesto que afecta a la bolsa de Fabricio y por consiguiente a todo el proceso inmunitario del animal.

Esto provoca desde una inmunodepresión, que hará a las aves extremadamente sensibles a cualquier agente infeccioso que entre en contacto con ellas, hasta una deficiente respuesta inmunitaria a cualquier vacunación que se aplique después de la infección con este virus.

Las denominadas cepas variantes americanas descubiertas en los EEUU a mitad de la década de 1980, que aunque pertenecientes al serotipo 1, eran antigénicamente diferentes y capaces de sobrepasar la inmunidad materna hacia los 8 ó 10 días de edad, fueron las que primero se describieron por causar específicamente IS.

Estas cepas parecen haberse restringido a los EEUU (y quizás a unos pocos países americanos), sin que haya habido evidencia de su existencia en Europa.

Por otra parte, en los últimos años, se han aislado en diferentes países europeos (Majó et al. 2008, De Wit 2009) nuevas cepas del IBDVdiferentes de las conocidas, tanto vacunales como vvIBDV.

Estas cepas aunque no pueden ser clasificadas ni como vvIBDV, ni como variantes del tipo americano, en general parecen aislarse de casos con problemas inespecíficos, que habían sido previamente vacunados. Suele observarse atrofia muy marcada de las bolsas de Fabricio y pérdida de linfocitos B en los folículos linfoides.

La forma subclínica de la enfermedad ocurre cuando el virus traspasa la inmunidad materna. El grado de inmunodepresión varía dependiendo de la virulencia de la cepa y de la edad en la que ocurre la infección.

Esto se debe a que la bolsa de Fabricio es la encargada de llevar a cabo la diferenciación y maduración de linfocitos B que van a migrar a los demás órganos y tejidos linfoides secundarios del ave.

A edad temprana, estos sitios linfoides secundarios aún no se encuentran completamente poblados de linfocitos B. Esta forma suele deberse a infecciones con cepas clásicas de menor virulencia, especialmente cuando las aves se infectan a temprana edad.

“La inmunodepresión será tanto más severa cuando la infección ocurra en edades más tempranas. Tras el nacimiento, en este caso, la IS será permanente”

Se han descrito brotes donde únicamente se observa disminución en la ganancia de peso, inclusive puede presentarse únicamente seroconversión con producción de anticuerpos contra el virus de Gumboro sin la aparición de signos clínicos.

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